El 22 % de las madres han tenido que renunciar total o parcialmente a su salario y dejar de trabajar para cuidar de sus hijos cuando durante este último año marcado por la pandemia y el confinamiento. Así lo establecen los resultados de la encuesta “Yo No Renuncio”, que ha preguntado por la falta de medidas que apoyan a las familias, la ausencia de flexibilidad en las empresas o los problemas de la corresponsabilidad en el hogar.

Organizada por el club de Malasmadres y con 7.561 respuestas válidas en dos días a mujeres con o sin hijos e hijas, esclarece una realidad ya conocida: las madres están costeando con sus sueldos la falta de medidas de conciliación.

Entre las conclusiones de la encuesta, destaca que casi una de cada cuatro madres que trabajan ha renunciado a todo o parte de su sueldo para cuidar de sus hijos en cuarentena.

A un 37 % de las madres se le negó el teletrabajo

De ellas, un 74 % lo ha hecho a costa de los días de vacaciones, un 21 % ha recurrido a una excedencia, y un 11 % ha tenido que acogerse a una reducción de jornada de hasta el 100 %.

Además, un 37 % de las mujeres que podrían haber teletrabajado lo han solicitado a su empresa y se les ha denegado.

“Desde que comenzó el confinamiento vimos en nuestra comunidad que las madres estaban absolutamente desbordadas y sin apoyo. En el plazo de un año, lo que detectamos es que el coste de la pandemia lo están sufragando las madres, que están renunciando a su jornada completa, o cogiendo días y excedencias sin sueldo o incluso vacaciones, todo con tal de no dejar a los niños y niñas solos”, apunta Laura Baena, presidenta de la asociación y fundadora del Club de Malasmadres.

La conciliación, una materia pendiente

En cuanto a la corresponsabilidad, un 40 % de las madres consultadas ha reconocido que el reparto de tareas ha mejorado durante estos meses de pandemia, mientras que para un 11 % ha empeorado.

Baena ha subrayado la importancia del teletrabajo como herramienta que en medio de la pandemia permite frenar la expansión del virus y cuidar a los hijos, pero siempre y cuando exista una flexibilidad horaria.

“Esto no ha sido conciliar, ha sido sobrevivir, porque teletrabajar con niños en casa no es lo ideal”, ha destacado Baena, que ha lamentado que la conciliación sigue siendo una materia que no es competencia de ningún Ministerio.

“Ojalá llegue el día que la corresponsabilidad y la conciliación no tengan rostro de mujer porque significará que hemos avanzado”, afirma Baena, que además desvela que el Teléfono Amarillo de la Conciliación puesta en marcha por el Club de Malasmadres para atender dudas legales ha recibido en dos años más de 6.500 consultas.

Así, han demandado soluciones para ayudar a las familias en la conciliación, para que no se vean obligadas a recurrir a los abuelos, con el riesgo que esto supone, y han lamentado que la reducción de jornada con la consecuente pérdida de ingresos haya sido “la única” solución que porte el Plan Me Cuida del Gobierno.