Tres sociedades científicas del Reino Unido y de España han solicitado que se considere la repentina pérdida de olfato (anosmia) como una señal de infección por covid-19. Actualmente, no forma parte de la lista oficial de síntomas de la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las sociedades británicas de rinología y de cirugía del oído, nariz y garganta y la española de neurología hicieron llegar a las autoriades sanitarias sus peticiones, en sendos comunicados el fin de semana, alegando un número anómalo de casos de pérdida temporal de olfato, en coincidencia con la pandemia.

Las organizaciones reconocen que aún no se ha demostrado científicamente que haya relación entre los dos fenómenos, pero llaman a prescribir aislamiento a quienes experimentan anosmia, por precaución. El comunicado británico incluso aventura que la anosmia podía revelar la presencia de la enfermedad cuando no se dan otros síntomas reconocidos, como tos o fiebre.

Baile de cifras

La inquietud en torno a la pérdida de olfato se disparó a raíz de las declaraciones de un virólogo alemán de hace unos días. Hendrik Streeck, director del Instituto de Virología de la Universidad de Bonn, declaró al 'Frankfurter Algemeine Zeitung' que afectaba hasta a dos tercios del centenar de pacientes que había visitado en Heinsberg, uno de los focos de la epidemia en Alemania.

Eso cuadraría con el "increíble salto" en estos síntomas que se detectó en Irán, según Ebrahim Razmpa, director de la Asociación de Rinología Iraní. Los comunicados de las sociedades científicas citan también datos de Corea del Sur, que apuntarían a una frecuencia alrededor del 30% de los pacientes de aquel país. En todo caso, eso sería mucho más de lo detectado por un estudio en Wuhan, que apuntaba a una afectación del 5%.

La frecuencia de cada uno de los síntomas del covid-19 se valoró durante una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China. Sin embargo, es posible que esa frecuencia se actualice a medida que se infecten más pacientes y en otras condiciones sociosanitarias.

No es grave

"Hemos visto pacientes con anosmia desde hace semanas, pero no es un síntoma de gravedad. La verdad es que es un mal menor", afirma José Muñoz, jefe del servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic e investigador del Institut de Salut Global de Barcelona (IsGlobal).

"Se está escuchando mucho el tema de la anosmia falta de olfato pero no lo hemos mirado sistemáticamente", afirma Natàlia Rodríguez, del mismo servicio y centro de investigación.

"Cuando hay una enfermedad viral que afecta a la mucosa nasal, muchas veces hay anosmia o digeusia falta de sabor", concluye Antonio Torres, catedrático de neumología de la UB y consultor de la UCI del Hospital Clínic.

Tos, fiebre y falta de aire

A la espera de estudios concluyentes sobre la anosmia, las señales más comunes de esta enfermedad emergente siguen siendo las que se detectaron en China: tos, fiebre (por encima de los 38 grados) y sensación de falta de aire. Algunos contagiados pueden presentar también síntomas digestivos como diarrea y dolor abdominal, o también congestión nasal.

En la gran mayoría de los casos (alrededor del 80%), los síntomas son leves y no precisan de cuidados específicos. Pero en una fracción importante la infección puede dificultar gravemente la respiración y causar neumonía o fallo renal.

Los más afectados son los mayores y quienes tienen otras afecciones médicas, como hipertensión, diabetes, problemas cardiovasculares, pulmonares o inmunodeficiencia. Sin embargo, la enfermedad puede ser grave también para personas jóvenes, en pequeños porcentajes.

Comunicación y aislamiento

En algunos casos, los infectados no desarrollan ningún síntoma. Sin embargo, si una persona tiene síntomas o ha estado en contacto con alguien diagnosticado, puede recurrir a la aplicación Stop Covid19 Cat, llamar al 061, escribir al servicio de consulta online La Meva Salut o acudir a un centro de salud.

En todo caso, en presencia de síntomas, es imprescindible reducir al mínimo el riesgo de contagio, adoptando medidas de aislamiento de otras personas también dentro de casa.