La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer que el brote epidémico de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) se ha convertido en una emergencia sanitaria de alcance internacional, pero dijo que esto no debe provocar que alguno de los países vecinos cierre su frontera.

La decisión fue tomada por recomendación del Comité de Emergencia de la OMS y ha seguido al primer caso confirmado de ébola en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, localizada a 350 kilómetros de lo que hasta ahora es el epicentro de este brote y a escasos 20 kilómetros de la frontera con Ruanda. La OMS aclaró que no recomienda ninguna restricción de viajes o comercio con la RDC porque en lugar de ayudar a la contención del virus, esto tendría un terrible impacto en la economía del país y sería contraproducente.

Asimismo, enfatizó que se trata de una emergencia de carácter regional que no representa una amenaza para el mundo.

«Los miembros del Comité han subrayado la necesidad de proteger los medios de subsistencia de la gente más afectada por este brote manteniendo las rutas de transporte y las fronteras abiertas», explicó en una rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El responsable también afirmó que la medida no debe ser razón para «estigmatizar y penalizar a tanta gente que lo que necesita es que la ayudemos».