El próximo otoño, cuando comience la vacunación de la gripe, las enfermeras y enfermeros podrán previsiblemente administrar este medicamento sin que antes haya que acudir al médico para que este haga una indicación previa, de manera individualizada. Los profesionales de enfermería recuperarán así la posibilidad de prescribir algunos fármacos que perdieron en el 2015 y que ha provocado en los centros de salud y hospitales demoras y colapsos, ante la duplicidad de tareas entre médicos y asistentes. El Gobierno ultima un real decreto de prescripción enfermera, con la vista puesta en que entre en vigor antes de que comience la campaña de vacunación.

La ministra de Sanidad, Carmen Montón, se hará eco así de las demandas del sector desde que hace tres años entró en vigor la normativa del PP. De hecho, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, y del sindicato mayoritario Satse, Manuel Cascos, dirigieron un escrito a la ministra, cuando accedió al cargo, para solicitarle que corrija de forma urgente la situación con el objetivo de que la campaña de vacunación, donde se acentúan los problemas y las duplicidades, se desarrolle este año con más normalidad.

FALLO DEL CONSTITUCIONAL / En respuesta a la carta, Montón se reunió con los representantes de la organización colegial y se comprometió a acometer el cambio legal de forma inminente. Según fuentes de Sanidad, en la actualidad se está adecuando el borrador legal a una sentencia reciente del Tribunal Constitucional que estableció que las Comunidades Autónomas son las administraciones competentes para acreditar a las enfermeras, y en cuanto los detalles técnicos estén resueltos, el real decreto se enviará al Consejo de Estado para después ser aprobado por el Consejo de Ministros. La previsión con la que trabaja Sanidad es que entre en vigor antes de otoño, si no hay imprevistos de última hora.

Además, Montón es partidaria de hacer cambios en la ley del medicamento para que se incluya a los enfermeros y enfermeras como prescriptores dentro del ámbito de sus competencias, según explicó en la reunión.

En la actualidad la legislación establece tres categorías de medicamentos: los productos sanitarios, los no sujetos a prescripción médica y los sí sujetos. El colectivo de enfermería ya puede administrar los dos primeros y, a partir de otoño, también podrá recetar los terceros, dentro de los protocolos que se adopten. Esto afecta a la vacunación, pero también los pacientes crónicos, cuyo seguimiento y administración de medicamentos como la insulina, por ejemplo, podrán efectuar las enfermeras. En los partos también podrán suministrar oxitocina sin permiso médico.

Montón ha tenido en cuenta que en torno a la demanda enfermera hay un consenso generalizado. De hecho, el pasado 24 de octubre el Foro Profesional, integrado por el Ministerio, capitaneado entonces por el PP, una representación de las autonomías y las profesiones enfermera y médica alcanzaron un acuerdo para introducir los cambios, ante la evidencia de que la retirada de algunas competencias a los enfermeros había perjudicado la atención sanitaria. Corrobora el acuerdo el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, quien asegura que para la administración de vacunas inmersas en las campañas de salud pública no se necesita un «diagnóstico ni una prescripción», de ahí que la OMC participara en un nuevo articulado.

EL CAMBIO DEL Partido Popular / «Los médicos están de acuerdo porque han visto que no se invaden sus competencias», añade Mar Rocha, de Satse. Y es que el sindicato y el Consejo de Enfermería no se explican por qué el Partido Popular «en 48 horas y unilateralmente accedió a impedir la prescripción enfermera» después de meses de reuniones en los que no demostró esta intención. «No sabemos a qué intereses respondió, pero ha provocado que al paciente le hayamos mareado con duplicidad de consultas», lamenta José Luis Cobos, vocal del pleno del Consejo de Enfermería.