El secreto en torno a los rodajes de Juego de tronos es casi tan conocido como la propia serie, y todo para evitar que los giros argumentales se acaben desvelando antes de tiempo (los temidos spoilers) y mantener la expectación de los miles de fans que la serie acumula por todo el planeta. Así había sido hasta ahora en el rodaje de Sevilla, donde desde la semana pasada se graba parte de la quinta temporada, que en España emitirá Canal+ a partir de abril (justo un día después de su estreno en EEUU). Pero por primera vez, la productora HBO ha abierto las puertas de uno de los siete reinos recreados en la saga literaria y televisiva para mostrar, aunque sea por unos segundos, las entrañas de su «joya de la corona»; al menos, en términos de audiencia.

La serie es un mastodonte que se graba desde julio a diciembre sin parar, con varias unidades móviles repartidas por escenarios en diferentes países. Así, al mismo tiempo que parte de las tramas se siguen grabando en Belfast (Irlanda), otro equipo --la Wolf Unit-- rueda entre Sevilla y Osuna. Una escala para ambientar el reino de Dorne, hogar de la casa Martell, que los productores no descartan que se repita en próximas temporadas, pese a que «es más barato rodar en Italia o Reino Unido que en España». Y es que, según los guionistas de la saga, Andalucía «encaja a la perfección con el ambiente y la cultura casi mediterránea que imaginó George R.R. Martin», explicaron David Benioff y Daniel B. Weiss.

Desde la productora Fresco Film Services, colaboradora de la HBO en España, detallan que uno de los productores ya se fijó en el Real Alcázar hace 20 años durante la grabación de una película con Omar Sharif, y defendió que los Jardines del Agua tenían que estar allí. Lo mismo ocurrió con Benioff y Weiss, que conocían el lugar y lo tuvieron claro desde el primer momento.

Ambos se mostraban «impresionados» de poder trabajar en una de las salas más hermosas del conjunto palaciego, el Salón de Embajadores, plagado de yeserías musulmanas y que sirve de escenario para la secuencia en la que Jaime Lannister se reencuentra con su sobrina Myrcella y parte del clan Martell, grabada por tres cámaras simultáneas con travelín. «Es el resultado del trabajo de miles de horas de artesanos de hace muchos siglos, algo imposible de reproducir de manera artificial -resaltó Weiss en una pausa del rodaje-. Cuando entras te quedas alucinado». A su alrededor se mueven una vorágine de técnicos -no menos de 300- y una decena de extras que participarán en esta parte del capítulo nueve, según adelantaron, aunque también han rodado escenas de otros episodios.

El set de rodaje tuvo ayer también la visita institucional. Y es que con unas elecciones, aunque sean municipales, a seis meses vista los políticos de las distintas administraciones no quisieron desaprovechar el tirón de la serie. Desde la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, hasta la presidenta andaluza, Susana Díaz, o el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, acompañados por un séquito de concejales, consejeros, asesores y guardaespaldas, irrumpieron en el set para inmortalizarse con actores y guionistas, imágenes que segundos después ya circulaban por las redes sociales. «Viva la política española, olé», ironizó una de las publicistas de la productora sin ocultar su asombro.

Junto a ellos se encontraba el embajador de EEUU James Costos, exejecutivo de HBO y que no perdió la ocasión para resaltar la repercusión económica que estos rodajes dejan por los países por los que pasan. Un impacto que ya se empieza a notar en Sevilla y Osuna, donde los hoteles están a rebosar para el inicio, ayer mismo, de la segunda parte del rodaje sevillano. Mientras, en la capital hispalense ya están aumentando las reservas en los hoteles donde se ha alojado el equipo de Juego de tronos, según confirmó el alcalde, quien destacó el interés por pernoctar en las mismas habitaciones que los actores más conocidos.