El equinoccio de primavera es un punto crucial en el calendario y en el ritmo de vida del planeta y de la humidad. No solo significa el fin del invierno y un aumento de la temperatura, sino que también tiene implicaciones mitológicas y espirituales que se traducen en una variedad de rituales y tradiciones con que se festeja el renacer de la naturaleza.

El equinoccio de primavera -que este año se produce hoy 20 de marzo a las 22.58 hora española (21.58 UTC)-es un fenómeno astronómico fascinante, ya que el Sol se ubica justo en el ecuador celeste, saliendo por el este y poniéndose por el oeste, lo que genera que la luz solar sea abundante y por lo tanto, la noche tiene la misma duración que el día exceptuando a los polos.

De ahí su nombre, ya que la raíz etimológica de equinoccio proviene del latín “aequinoctium" (aequus nocte) que significa "noche igual" y por lo tanto, si se viera el planeta desde un punto alejado, se podría percibir una división perfecta con una parte completamente iluminada y otra de las mismas dimensiones pero totalmente oscuro.

LA PARTE MITOLÓGICA

Esta dualidad ha sido parte del encanto que provoca este fenómeno y que es asociado a cuestiones mitológicas como la lucha eterna entre la luz y la oscuridad y como referencia al bien y el mal, que siempre ha estado presente durante todo el desarrollo de la humanidad.

Además, el equinoccio de primavera marca el inicio del zodiaco, cuando el sol ingresa al signo de Aries, que está asociado al fuego y al comienzo, por lo que este periodo está relacionado directamente con el renacer de la tierra, la fecundidad y el crecimiento.

Así, con todos estos elementos que se pueden estudiar desde la parte científica, mítica o incluso a nivel energético, el equinoccio es un punto trascendental en muchos sentidos y que ha sido un elemento clave en la cosmovisión de las culturas antiguas, que relacionaban esto con el periodo de cosechas, de abundancias y de placeres.

LOS RITUALES EN MÉXICO

Uno de los rituales con se celebra la llegada del equinoccio y toda su carga energética, sucede en México en dos lugares especiales y que son la máxima representación del poder y la sabiduría de las culturas prehispánicas que habitaron este país, en donde el movimiento de los astros era tan importante, que sus construcciones se edificaban como imitación de la bóveda celeste.

Uno de los mejores ejemplos de esto son los rituales en Chichén Itzá, uno de los sitios más representativos de la cultura maya en donde se da un fenómeno increíble, ya que los efectos de la luz reflejan en la pirámide principal un juego de luces y sombras que hacen parecer que la serpiente de Kukulcán desciende por las escalera, en uno de los rituales más sorprendentes del mundo.

Lo mismo sucede el Palacio de Quetzalpapálotl en Teotihuacan, en donde cada equinoccio de primavera se puede apreciar con el recorrido del sol, el mismo fenómeno donde aparece una sombra en forma de serpiente que desciende por la pirámide y que representa la llegada del dios Quetzalcoatl, también conocido como la serpiente emplumada. Además, las personas se congregan en estos sitios arqueológicos para llenarse de luz y energía.

EL FESTIVAL HOLI EN LA INDIA

Este es uno de los rituales más especiales del mundo, ya que consiste en que los participantes arrojen polvos de colores y esta es una celebración que marca el final del invierno y la llegada de la luna llena, que generalmente coincide con el equinoccio de la primavera y lo hacen con todas los tonos posibles que puedan representar a esta época del año, ya que además tienen una relación directa con la mitología hindú y tiene como base el alejarse del mal y festejar la vida.

EL FESTIVAL DE LOS CEREZOS JAPONESES

En Japón, el equinoccio de la primavera representa un momento muy importante para recordar a sus muertos y a esta celebración se le denomina como Shunbun No Hi, que consiste en ofrecer oraciones y ofrendas a los difuntos justo en el momento en que comienzan a florecer los cerezos, que es el símbolo más representativos para la cultura japonesa de que se acabó la temporada invernal y comienza el renacer de la naturaleza.

Otra manera de celebrar el equinoccio de primavera es con el festival “Hanami” que significa “ver flores” y consiste en hacer reuniones y picnics en espacios abiertos para admirar la belleza de las flores de cerezo, pero esto también tiene un significado especial, ya que la vida muy corta que tienen estas flores representan una metáfora de la belleza de la vida y lo efímera que puede ser.

LA MUERTE DE MARZANNA EN POLONIA

La tradición pagana polaca representa el final del invierno y durante el 21 de marzo se realiza un desfile donde no puede faltar la esfinge de la diosa Marzanna, que ahora se representa con un muñeco de paja es una figura asociada a ritos relacionados a la muerte y renacimiento de la naturaleza.

LA FIESTA DEL NILO EN EGIPTO

El Sham el Nessim es uno de los rituales más antiguos de los que se tienen registros, con más de 4500 años y que es parte de la cultura egipcia desde tiempos milenarios. Consiste en que las personas van a la orilla del río Nilo a compartir comida, disfrutar del paisaje y del renacer de la naturaleza y que desde la época antigua representaba también el inicio del ciclo agrícola y la fertilidad de la tierra.

PRIMAVERA CON 4 PLANETAS DOMINANTES

El comienzo de la primavera se producirá con 4 planetas dominantes y una luna llena. Venus, Saturno, Júpiter y Marte dominarán en el cielo de esta estación. Al amanecer destacarán Venus, Saturno y Júpiter (este último se verá también las noches de junio), y al anochecer, Marte.

Las dos lluvias de meteoros más importantes que se podrán observar serán las líridas, en torno al 22 de abril, y las eta acuáridas, cuyo punto álgido se dará hacia el 6 de mayo.