El periodismo ficción sigue causando estragos en los medios estadounidenses y minando la confianza en la prensa. El martes, menos de un año después de que el escándalo de Jayson Blair motivara la dimisión del director de The New York Times , Howell Raines, el editor de USA Today anunció en un correo electrónico a la redacción que la directora del diario, Karen Jurgensen, dejaba el cargo por no haber identificado las falsedades en los textos de su corresponsal estrella, Jack Kelley. El diario es el más leído de Estados Unidos; Jurgensen, de 55 años, fue la primera mujer que, en 1999, alcanzó la dirección en un medio nacional y los expertos hablan ya de crisis.

"Cuando tienes varios casos relevantes en grandes periódicos es difícil no pensar en esto como una crisis", reconocía en The Wall Street Journal Bob Steele, especialista en valores periodísticos en el prestigioso Instituto Poynter de Estudio de Medios. "Estos graves fallos éticos alimentan la preocupación y el desencanto del público con el periodismo estadounidense", concluía.

MAL FUNCIONAMIENTO El caso del USA Today --un rotativo que vende más de dos millones de ejemplares cada día-- es bastante similar al que sacudió a The New York Times . Una investigación encargada por el propio diario ante las sospechas de los compañeros de Kelley demostró que el reportero, que llegó a ser candidato al premio Pulitzer, había fabricado parte de sus historias y copiado citas de otros medios en al menos ocho de sus más destacados artículos en seis años, datados en lugares como Israel, Yugoslavia y Rusia.

El periodista se vio forzado a renunciar en enero, y aunque reconoció que en un reportaje hizo que una conocida se hiciera pasar por una intérprete, sigue defendiendo la veracidad de sus reportajes. Un repaso a 720 de sus historias, sin embargo, mostró las incongruencias. Por ejemplo, Kelley escribió una historia sobre balseros cubanos y utilizó la fotografía de una mujer que, según su reportaje, se habría ahogado intentando alcanzar las costas de Florida. La mujer, según se comprobó después, sigue viva.

La investigación, cuyos resultados probablemente se harán públicos esta semana, ha destapado, como en el caso del Times , otra caja de Pandora: el descontento sobre el sistema de trabajo y el funcionamiento de la redacción. Son varios los periodistas de USA Today que piden más dimisiones y afloran las denuncias sobre una redacción que, desde que nació en 1982, parece haberse preocupado más por llamativos diseños e historias que por el rigor en las informaciones, una de las claves que ha convertido el periodismo estadounidense en referencia. Los redactores hablan también de una "cultura del miedo" que habría llevado a muchos a no denunciar errores.