España recibió el año pasado 52.477.000 turistas extranjeros, 150.000 más que en el 2002, lo que supone un leve incremento de casi el 0,3%, según los datos que facilitó ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato, en la inauguración de la feria internacional de turismo, Fitur. Este crecimiento contrasta con la caída del 1,3% del turismo mundial. Rato explicó también que los ingresos turísticos "superaron cinco veces los pagos" en el extranjero y han generado 37.000 millones de euros de diferencia, que cubren el 65% del déficit comercial.

Pese a estos datos, Rato advirtió de que tanto la industria turística como los hábitos de los consumidores están cambiando y "es necesaria una nueva definición de la política turística". La reducción de la duración de los viajes, el incremento del turismo independiente frente al canalizado por los turoperadores y el aumento del turismo extrahotelero son algunos de estos cambios. Esto explica por qué, a pesar del incremento de turistas, la rentabilidad de los hoteles cayó entre un 5% y un 8%, según la patronal.