España es el segundo país europeo, por detrás de Grecia, que menor capacidad tiene para atajar la pobreza infantil a través de sus ayudas sociales, que sólo han logrado reducir el riesgo en un 6,9%, según un informe de Save the Children.

El documento "Pobreza infantil y exclusión en Europa", que ha sido presentado este martes, indica que esta problemática no solo significa que no se cubran las necesidades más básicas de los niños sino que tampoco puedan participar en actividades deportivas, culturales y otras actividades de ocio.

En Europa, casi 27 millones de niños estaban en riesgo de pobreza en 2012, último año del que, según la oenegé, existen datos disponibles y subraya que este fenómeno está "estrechamente relacionado" con un apoyo económico insuficiente del sistema de bienestar junto con las "pobres condiciones laborales de los padres".

La investigación muestra que la efectividad de las intervenciones estatales redistributivas -tanto en términos de nivel de gasto como en transferencias sociales diseñadas específicamente para beneficiar a la infancia- representa "un factor importante" que influye en la pobreza infantil en todo el continente junto con el empleo.

Los Estados con menos niños en situación de pobreza (países nórdicos, Austria, Eslovenia y Holanda) son los que tienen un gasto específicamente diseñado "para abordar las causas profundas de la pobreza infantil".