El nuevo Pacto Verde europeo dará a la transición energética española un impulso adicional que se traducirá en la creación de en torno a medio millón de empleos anuales durante el próximo decenio, según las estimaciones hechas públicas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la Cumbre del Clima de Madrid. Con los planes que hasta ahora había sobre la mesa, el Gobierno calculaba un máximo 364.000 nuevos puestos de trabajo. La propuesta de Bruselas, impulsada por la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prevé una inversión de 100.000 millones de euros para que los estados miembros de la UE transformen sus economías hacia modelos más sostenibles.

El proceso, ha advertido Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España, también tendrá efectos negativos, con la destrucción de puestos de trabajo en "sectores críticos como la minería o las centrales térmicas", pero en estos casos, ha precisado Nieto, el impacto previsiblemente solo afectaría a los empleos directos, ya que los indirectos (transporte o servicios complementarios) podrán reajustarse y participar del giro verde que se quiere dar a la economía.

"Estamos trabajando para reducir el impacto sobre los colectivos más vulnerables, sobre todo porque somos conscientes de que este cambio estructural e irreversible puede generar un hondo rechazo si no se hacen bien las cosas", ha explicado por su parte la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas. Con ello, el Gobierno quiere evitar la proliferación de mensajes populistas "facilones", ha subrayado Valdeolivas, sin mencionar ni a los partidos de extrema derecha que alimentan el negacionismo ni a movimientos sociales como los 'chalecos amarillos' franceses.

La secretaria de Estado ha hecho hincapié en la necesidad de crear, para ello, sistemas de acompañamiento para los afectados (ya se han contratado a 3.000 orientadores desplegados en las oficinas de empleo) y de habilitar un mecanismo "de formación a lo largo de la vida para que la adaptación a los nuevos empleos sea permanente".

Las previsiones de la OIT hablan, en términos globales, de la desaparición de siete millones de puestos de trabajo en todo el mundo si en el 2030 todos los países se abastecen solo de energías sostenibles. Cinco millones de estos afectados podrán ser recolocados tras pasar por algún sistema de formación. En contrapartida, el cambio generará, según la organización internacional, 20 millones de empleos, a los que se sumarán los cinco millones de trabajadores 'reciclados'. Si el escenario es el de una economía circular (basada en la recuperación, el reciclaje y la reutilización), entonces se creará un volumen bruto de unos 78 millones de empleos, aunque se destruirán alrededor de 71 millones. De los que perderán el empleo, un número importante, cerca de 49 millones, encontrarán vacantes en la misma ocupación en otros sectores dentro del mismo país.