España es la principal puerta de entrada de cocaína en Europa, junto a los Países Bajos, según la oficina de la ONU contra la droga y el delito, que ayer presentó en Moscú su informe sobre el impacto de las sustancias estupefacientes en el mundo.

El estudio de las Naciones Unidas destaca que el 3% de la población mundial (185 millones de personas) tomó drogas en el 2003. De ellos, 13 millones consumieron cocaína y 15, opiáceos (heroína, morfina y opio). La sustancia con más adeptos es el cannabis --150 millones de adictos el año pasado--, seguida de estimulantes de tipo anfetamínico, como el éxtasis, con 38 millones de usuarios.

La producción mundial de cocaína en el 2003 fue de 655 toneladas, frente a las 800 del año anterior. La mayor parte de ellas salieron de Colombia, Perú y Bolivia. Pese al descenso en el consumo de esta sustancia en Europa (un 18% menos), la UE recibió 3,9 millones de toneladas y España fue el principal consumidor, ya que el 2,6% de la población la probó. En cuanto a la repercusión en la salud, la ONU resalta que los opiáceos son el problema más grave.

A pesar de este panorama, hay datos positivos. En los últimos 10 años, la cantidad de droga incautada ha aumentado. El mayor incremento se registra en los estimulantes. Así, se ha pasado de 14.000 millones de dosis confiscadas en 1990 a 26.000 millones en el 2000.