España expulsó durante el 2016 a un total de 9.241 ciudadanos extranjeros. De estos, 1.758 fueron repatriados en vuelos, la mayoría a través de Marruecos, pero también en transporte aéreo en solitario y en colaboración con la Agencia Europea de Control de la Frontera Exterior (Frontex), y otros 868 restantes, en barcos internacionales.

Son datos del Ministerio del Interior que presentó ayer la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en el Congreso, y que son detallados en el informe anual del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. El informe también indica que en el 2016 fueron detenidos en España 35.882 extranjeros por infracción de la ley de extranjería (36.327 en el 2015), de los que 7.597 fueron internados en CIE o centros de internamiento de extranjeros (6.930 en el 2015). De esos 7.597 extranjeros internados en CIE han sido expulsados 2.205, es decir, el 71% no han sido expulsados. Becerril lamentó que haya sido rechazada su sugerencia de que se notificara con «tiempo suficiente» a las personas que van a ser expulsadas esta circunstancia para que pudieran hacer las gestiones que estimaran pertinentes. La Defensora ha formulado una recomendación a la Dirección General de la Policía para que se habilite un libro de registro donde se puedan anotar todos los medios de contención que se utilicen en los vuelos de repatriación.