España redujo en 65 kilogramos por persona la generación de residuos urbanos en el 2012 respecto del año anterior, pero solo recicló o convirtió en compost el 27%, un porcentaje 15 puntos por debajo de la media europea, según datos difundidos ayer por la oficina estadística comunitaria Eurostat. España generó 464 kilogramos de residuos por persona durante el 2012, mucho menos que los 531 kilogramos por persona del 2011. El 17% de esos 464 kilogramos por habitante fue procesado en plantas de reciclaje y el 10% se transformó en abono orgánico, según las estimaciones del organismo europeo. La mayoría de los residuos urbanos generados en los municipios españoles (63%) terminaron en incineradoras, mientras que el 10% acabó en un vertedero.

Estas cifras, no obstante, están muy por debajo de las de Alemania, Austria y Bélgica, los líderes del reciclaje europeo, con más del 60% de los residuos urbanos tratados. Concretamente, Alemania recicla y destina a compost el 65% de los desechos e incinera el 35% restante. Pero su generación de residuos por habitante ha crecido de 597 kilos en el 2011 a 611 en el 2012. Austria hace compost o recicla el 62% de los 552 kilos de basura originados por cada ciudadano.

La media europea se sitúa en el 42% de reciclaje general sobre los 492 kilogramos de residuos urbanos que genera cada habitante, de los que el 24% se incinera, el 27% se recicla, el 15% se destina al compostaje y el 34% va a vertederos.

Estas cifras sitúan a España en el puesto 14° de los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE) en cuanto a procesamiento ecológico de desechos, empatada con Portugal y Bulgaria y a 15 puntos de la media comunitaria, que alcanzó el 42%. España es, empero, de los países donde más se ha reducido la producción de residuos, debido tanto al esfuerzo de ciudadanos, administraciones y sectores industrial y comercial como a la crisis.