El principio de precaución se ha impuesto en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que, a propuesta del Ministerio de Sanidad, ha optado por suspender la administración de la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca a los menores de 60 años. La decisión ha sido respaldada por la mayoría de las comunidades autónomas. Solo Madrid ha votado en contra. El País Vasco y Ceuta se han abstenido.

Con la información disponible a fecha de hoy, y por un principio de precaución, se recomienda utilizar la vacuna de AstraZeneca en personas a partir de los 60 años, declaró la ministra Carolina Darias en rueda de prensa al finalizar la reunión del consejo.

Queda ahora por determinar qué hacer con los menores de 60 años que han recibido ya la primera dosis. Las dos ideas que están sobre la mesa son administrarles un segundo pinchazo de otra vacuna o no completar la pauta. La eficacia del primer pinchazo ha demostrado una eficacia del 70% en la protección contra el coronavirus.

La campaña de vacunación con el antígeno desarrollado por la universidad de Oxford arrancó la segunda semana de febrero en el colectivo de trabajadores esenciales servicios de emergencia, policías, docentes y personal sociosanitario- con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años.

El rango de edad se amplió posteriormente hasta los 65 años, acelerando así el ritmo de vacunación, que supera a fecha de hoy una media de 70.000 inyecciones diarias. De hecho, con algo más de 2,1 millones de dosis, AstraZeneca es el suero más inoculado en España tras el de Pfizer.

Sin embargo, su administración ha transcurrido con bastantes sobresaltos. Primero, por la pugna con la Unión Europea al no suministrar las dosis a las que se había comprometido, y luego por la inquietud generada en la opinión pública al aparecer episodios de trombosis en varios países europeos.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) confirmaba este miércoles un posible vínculo entre los casos inusuales de coagulación sanguínea y la vacuna de AstraZeneca y, según las conclusiones de su comité de seguridad, la aparición de coágulos inusuales con bajas plaquetas debería figurar como uno de sus posibles efectos secundarios.

En todo caso, y dada la escasa incidencia del fenómeno, la EMA ha subrayado que los beneficios de la vacuna en la lucha contra el covid-19 superan ampliamente los riesgos de los efectos secundarios.

La directora de Agencia Española del Medicamento, María Jesús Lamas, que justificó el nuevo giro en la campaña de inmunización con AstraZeneca por la necesidad de ajustarse al conocimiento que se va teniendo, puso de relieve que ello no debe minar la confianza en las vacunas, porque hay mecanismos para garantizar que siguen siendo eficaces y seguras.

Mujeres menores de 60 años

El dictamen de la EMA se produjo poco después de que el Reino Unido desaconsejara su uso por debajo de los 30 años, al considerar que su beneficio en esta franja de edad es menor que la inmunización lograda en los más mayores.

También AstraZeneca anunciaba que detenía los ensayos clínicos de la vacuna en niños hasta que la agencia reguladora británica investigara detenidamente los casos de embolias. Los trombos aparecen con más frecuencia en mujeres menores de 60 años y dentro de las dos semanas posteriores a la vacunación, según detalla la EMA en su informe.

Tras su publicación, se celebró una reunión de ministros de Sanidad europeos para coordinar la actuación de los Veintisiete, pero el encuentro se saldó sin más consenso que el de la conveniencia de realizar más estudios sobre el impacto de la vacuna de la farmacéutica anglo-sueca en grupos específicos de población.

Está ahora por ver qué consecuencias tendrá limitar el uso de AstraZeneca en el objetivo gubernamental de tener inmunizados a 33 millones de españoles a finales de agosto, es decir al 70% de la población. La titular de Sanidad reiteró el compromiso del presidente Pedro Sánchez tras asegurar que el proceso de vacunación está cogiendo ritmo.

Por otro lado, este jueves se reúne la Comisión de Salud Pública para valorar si la administración de la vacuna de AstraZeneca se amplía al grupo de población de entre 65 y 69 años y decidir la pauta a seguir respecto a las segundas dosis pendientes en los menores de 60 años, que deberían empezar a inyectarse dentro de quince días.