La reforma del sistema universitario español está en marcha. El Consejo de Ministros estudió ayer la adaptación del sistema de titulaciones a la UE, que implicará un cambio en las licenciaturas y diplomaturas tradicionales a partir del 2005, tanto en su nombre como en su duración. Las carreras podrán durar entre tres y cuatro años, según el tipo de titulación, y todos los alumnos que las superen obtendrán el mismo título, el de grado. Tras el título de grado, los alumnos podrán cursar el posgrado, que conducirá a lo que ahora es el máster.

La reorganización, que según anunció la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, se concretará en dos reales decretos, afectará a un millón de estudiantes universitarios. No modificará en principio la denominación actual de los estudios ni el esquema de la carrera de Medicina, que se rije por una directiva aparte y seguirá teniendo una duración de unos seis años.

Una de las principales novedades que introduce el texto del Gobierno, según explicó la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, es que deja flexibilidad para que las carreras puedan durar entre tres y cuatro años, por ejemplo tres y medio.

Las enseñanzas se estructurarán con un sistema de créditos, que supondrá una reducción en el caso de algunas licenciaturas actuales y una ampliación de algunas diplomaturas. El periodo para graduarse en el primer ciclo o "ciclo de grado" oscilará entre los 180 y los 240 créditos.

La cifra más elevada de créditos corresponde a carreras como Medicina o titulaciones para las que se requiera un proyecto de fin de carrera o prácticas tuteladas, como pasa en las ingenierías y en Arquitectura. San Segundo subrayó que el objetivo es compatibilizar, de aquí al 2010, el sistema español con el europeo.