Albert Cavallé, un barcelonés de 36 años que ha estafado a una veintena de mujeres, fue arrestado este lunes al mediodía en la capital catalana. Los Mossos d’Esquadra dieron con él gracias a un señuelo facilitado por una de sus víctimas. Sobre él pesan 17 denuncias solo en Cataluña -existen más de otras mujeres en Bayona (Francia) y en Pamplona- y tres órdenes de detención dictadas por incomparecencia en 3 juzgados de Barcelona. Ayer al mediodía, sin embargo, volvió a la calle después de que los jueces a los que había plantado lo dejaran en libertad.

Es un estafador sentimental parecido a Francisco Gómez Manzanares -un caso destapado por este diario de otro delincuente que se hacía pasar por piloto de avión, sargento de Salvamento Marítimo o técnico del F.C.Barcelona para seducir y arruinar a sus víctimas-. Cavallé no imposta profesiones con el empeño de Gómez Manzanares, pero también destroza emocionalmente a las mujeres que caen en sus manos.

El estafador Albert Cavallé nació el 12 de febrero de 1982. Estudió en dos colegios privados de Barcelona. En el segundo de ellos, recibbió una enseñanza con educación impartida en inglés.

Hasta poco antes de Navidad, el sospechoso de haber estafado a decenas de mujeres vivía con su madre. Un vecino, que lo conoce desde que era un crío, explica que es un «buen chaval» que sale muy poco de casa y que siente debilidad por el dinero y por las mujeres.

MENTIRAS Y PRÉSTAMOS

La madre de Cavallé «está muy tocada, su hijo será como será, pero sigue siendo su hijo», añade. Ansioso por un tren de vida que no podía permitirse, empezó, según la primera víctima localizada por este diario, pidiendo préstamos a sus novias, con embustes rocambolescos, que nunca devolvía.

Tal vez al principio fuera solo un caradura, pero con el tiempo convirtió esta costumbre en un modus vivendi con el que sufragar un paladar exigente ávido de suites de hoteles como el Princesa o el Vela, de cenas en restuarnates exclusivos como el Botafumeiro y de citas con prostitutas de lujo regadas con botellas de Jack Daniel’s y estimuladas con cocaína. Incluso estafó a una de estas escorts.

«Me contactó para un servicio a principios de junio», recuerda Laura (nombre falso). Después, quiso frecuentar más a esta escort que cobra 300 euros por cada cita y la convenció para que trabajara solo para él. De este modo comenzaron a quedar sin pasar cuentas al final de cada encuentro. Abusando de esa confianza, también a ella le pidió dinero.

SOLO PARA ÉL

«Me dijo que su padre se había llevado la llave de la caja fuerte y que estaba ilocalizable porque había ido a operar de urgencia a chicas con ablación de clítoris capturadas por Boko Haram (grupo islamista nigeriano)».

Ahora a Laura se le escapa la risa al recordarlo. Pero entonces, cuando comprendió que le había quitado el dinero que había ganado vendiendo su cuerpo, lloró durante días. Acabó entregando a Cavallé más de 3.000 euros más otros mil que Cavallé le robó de su apartamento. Entre lo que le ha estafado, robado e impagado por los servicios acordados, le debe 10.500 euros.

Ella es una de las denunciantes, que, por lo menos, no llegó a estar enamorada de él a diferencia del resto de víctimas, que creían que tenían enfrente a su novio.

Cuando Laura lo denunció, Cavallé le envió un mensaje de audio en el que la amenaza y la humilla directamente. El contenido del archivo sonoro es repugnante: «Si sigues por este camino te voy a hacer pupa, pero mucha pupa, ¿me oyes?, estoy muy protegido, muy, muy, muy protegido tía, así que infórmate bien, tía, ¿me entiendes?, no sé de qué coño vas. Me da igual. He salido hoy en Antena 3, en El Periódico, me la suda. Nena, tú ves una cosa por la tele y al día siguiente… ¡ya ni te acuerdas! ¡Es que ni te acuerdas! [Risas] yo por la calle, cariño, tan tranquilo, andando nena. Sigo yendo a mis hoteles. Sigo siendo papá, sigo siendo papá, nena. Y eso nunca lo vas a poder evitar. A ti y a mí nos diferencia una cosa muy grande… que es la cuna. Eres una desgraciada. Y eso lo serás siempre».

EN LIBERTAD

Ayer, a pesar de todas las denuncias y todas las incomparecencias, volvió a quedar en libertad. La noticia ha desesperado a sus víctimas, muchas de ellas en contacto gracias a la empresa Onbranding, que las está ayudando para hacer frente común contra un delincuente que no solo estafa, también las malatrata psicológicamente y las amenaza.