Cinco menores y una mujer murieron ayer al producirse una estampida en la discoteca Lanterna azzurra de la localidad italiana de Corinaldo, en la provincia de Ancona, a 300 kilómetros al este de Roma, durante el concierto de un conocido rapero, supuestamente porque alguien dispersó un espray pimienta, informaron los bomberos. Los fallecidos son tres chicas, dos chicos y una madre que había acompañado a su hija al concierto del italiano Sfera Ebbasta, uno de los raperos más famosos de Italia, todo un ídolo para los adolescentes.

Entre los heridos hay siete jóvenes, de entre 14 y 20 años. El director general del hospital Ospedali Riuniti de Ancona, Michele Caporossi, explicó que los jóvenes son cinco chicos y dos chicas que presentan distintos traumatismos por aplastamiento en el tórax y que fueron ingresados en reanimación. Los heridos fueron distribuidos en los hospitales de las localidades cercanas y los más graves, a Ancona, en la región central de Las Marcas.

El suceso se produjo a la una de la madrugada del sábbado. Algunos testigos explicaron que empezaron a correr después de asustarse al sentir un olor ácido y se dirigieron a las puertas de emergencia del local, que estaban cerradas. En el intento de salir del local por una de las puertas que consiguieron abrir, los chicos se agolparon y una barandilla se vino abajo, con lo que cayeron al vacío. Algunos de los fallecidos murieron al caerles otras personas encima y los bomberos confirmaron que dentro de la discoteca no hubo víctimas. En las imágenes difundidas ayer por los bomberos se ve a decenas de jóvenes que están siendo atendidos en una carretera y algunos de ellos llevados en camillas.

Los investigadores intentan averiguar ahora qué es lo que provocó la estampida y por qué no se abrieron las puertas de emergencia, en especial aquella en la que se agolparon el mayor número de jóvenes y donde fueron encontradas las víctimas mortales. El ministro del Interior, Matteo Salvini, adelantó que es «probablemente cierto que en el interior del local hubiera mucha más gente de la prevista y de la permitida». «Lo que debía ser un encuentro alegre se ha convertido en una tragedia inaceptable», escribió el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en las redes sociales. El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, lamentó los hechos en un comunicado en el que subrayó que «es necesario garantizar la seguridad con rigurosos controles».