Que una persona haya nacido hombre o mujer es un factor pequeño, pero omnipresente, que determina la evolución de las enfermedades que se puedan sufrir a lo largo de su vida. Los componentes celulares que forman un tejido humano reaccionan de modo diferente ante el ataque de una enfermedad en función de si son masculinas o femeninas, según una serie de estudios que publica este jueves la prestigiosa revista 'Science' y en los que han participado, entre otros, el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, la Universidad de Barcelona y el Instituto de Recerca del Hospital de Sant Pau-IIB Sant Pau.

La investigación permitirá que las enfermedades complejas con importante base genética o muy condicionadas por la respuesta a fármacos, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer puedan abordarse ahora también desde una perspectiva de género, en base a la expresión diferencial de los genes entre hombres y mujeres. Los autores creen, asimismo, que los resultados del estudio también tendrán un alto impacto en el conocimiento de las bases moleculares implicadas en procesos biológicos femeninos como el embarazo o la menopausia.

El sesgo de género, un asunto controvertido en la defensa de la igualdad y los derechos LGTBI, irrumpe con esta investigación en la literatura científica, al constatar, por ejemplo, que existen diferencias en los genes implicados en muchas funciones de los seres humanos, incluida la forma en que las personas responden a medicamentos, cómo se controlan los niveles de azúcar en sangre, cómo funciona el sistema inmunológico y cómo se desarrolla el cáncer.

LAS CÉLULAS NO CAMBIAN

Las diferencias sexuales han sido hasta ahora atribuidas a hormonas, cromosomas sexuales, diferencias en el comportamiento y factores medioambientales, pero los mecanismos moleculares subyacentes de la biología son en gran parte desconocidos.Las células de un individuo, según esta investigación, no sufrirían alteración alguna aunque esta persona hubiera hecho tratamientos hormonales o hubiera hecho el tránsito para un cambio de sexo.

Los científicos participantes en esta investigaciones descubrieron 369 casos en los que una variante genética presente en hombres y mujeres afecta la expresión genética en un grado diferente en cada sexo. Esto les permitió hallar 58 vínculos previamente desconocidos entre genes y rasgos complejos como la presión arterial, los niveles de colesterol, el cáncer de mama y el porcentaje de grasa corporal. "Estos descubrimientos sugieren la importancia de considerar el sexo como una variable biológica en los estudios de genética y genómica humana", ha explicado una de las directoras del proyecto Barbara Stranger, profesora asociada de farmacología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

LA NUEVA MEDICINA

"Nuestro trabajo es un catálogo de efectos diferenciados por sexo al transcriptoma humano que puede servir como referencia al realizar análisis más extensos para explorar el papel del sexo en la biología", ha indicado por su parte Manuel Muñoz-Aguirre, coprimer autor e investigador del Centro de Regulación Genómica. "Creemos que este trabajo puede ser útil para otros equipos científicos que deseen evaluar sesgos de sexo en enfermedades, lo que finalmente podría trasladarse a la práctica clínica."

José Manuel Soria, coautor del artículo y jefe de la Unidad de Genómica de Enfermedades Complejas del Instituto de Recerca del Hospital de Sant Pau subraya que "las implicaciones del estudio en Biomedicina son enormes". "Debemos tener en cuenta que el riesgo de sufrir enfermedades complejas (como la osteoporosis, las enfermedades endocrinas o el ictus, entre otros), con una base genética importante, es diferente entre hombres y mujeres. También respondemos de manera diferente a los medicamentos si es hombre o mujer", ha agregado. Esta información será esencial, además, para establecer modelos de predicción de enfermedades o de respuesta a medicamentos que afecten a los hombres y mujeres de manera diferencial, lo que mejorará su prevención, diagnóstico y tratamiento de forma personalizada, ha concluido.