Cerca de 200.000 personas fueron evacuadas durante la tarde del domingo de diversas zonas del norte de California (EEUU) por los severos daños detectados en un aliviadero de la presa de Oroville, aunque la amenaza de inundación ha ido disminuyendo con el paso de las horas, según han ido informando los medios locales.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, siglas en inglés) emitió una advertencia de inundaciones por el riesgo de derrumbe de una sección del aliviadero auxiliar de Oroville, situada unos 250 kilómetros al noreste de San Francisco. Según este aviso oficial, el hundimiento de la estructura de este desagüe «resultaría en una liberación incontrolada de aguas del lago Oroville».

La erosión en el aliviadero principal a causa del volumen inhabitual de las lluvias que ha sufrido la región en los últimos meses ha causado un agujero en uno de los laterales del tamaño de un campo de fútbol y de al menos 12 metros de profundidad.

En vista de este riesgo, las autoridades del Estado ordenaron a media tarde del domingo la evacuación de las localidades de Oroville, Palermo, Gridley, Thermalito, South Oroville, Oroville Dam, Oroville East y Wyandotte, además de otras comunidades a lo largo del río Feather ante el riesgo de inundaciones.

El diario Los Angeles Times ha asegurado, citando fuentes oficiales, que las autoridades tratan de taponar el agujero con sacos de rocas lanzados desde helicópteros al tiempo que intentan reducir el nivel de agua del lago Oroville para que disminuya la presión sobre el aliviadero.

Según el mismo diario, algunos funcionarios locales advirtieron en las últimas horas del día que la amenaza se había reducido porque el nivel de agua de la presa había disminuido y ya no saturaba el canal de desagüe afectado.

«Las pérdidas del desagüe auxiliar han cesado. Más de 100.000 pies cúbicos por segundo (unos 3.000 metros cúbicos) siguen derramándose por la fuga principal», escibía en Twitter el Departamento de Recursos Hídricos del estado de California, que ha recordado que existen dos fugas simultáneas en la presa.

«ESTO ES UN CAOS» / El sheriff del condado, Kory L. Honea, afirmó que tuvieron que «tomar la crítica y difícil decisión» de evacuar a los residentes. Algunos de ellos, a los que se les dieron apenas cinco minutos para recoger sus pertenencias, asegurarona la CNN que el estado está «en pleno caos» y que «hay gente corriendo por todas partes». «Las calles se han llenado de coches, el tráfico estaba bloqueado en toda la ciudad», relataban, «Ha sido aterrador, todo ha ocurrido muy rápido», aseguró otro residente a la misma cadena. «Mi esposa y yo hemos metido tantas cosas como hemos podido en bolsas de basura, casi sin mirar qué metíamos» añadió el vecino de Oroville.

Según las últimas informaciones el taponamiento del hoyo está funcionando, aunque las autoridades locales prefieren esperar antes de que la gente pueda volver a sus casas.