En su Ensayo sobre la ceguera, el escritor portugués José Saramago creó un mundo distópico en el que se impone el desorden ante la proliferación de una epidemia que deja ciegas a las personas. La novela sigue a varios personajes obligados a sobrevivir a tientas en un contexto de pánico generalizado, ineptitud gubernamental y egoísmo desbordado. La fábula es una metáfora sobre la sociedad contemporánea, que a ojos del ganador del Premio Nobel de Literatura se ha vuelto ciega por indiferencia e inhumanidad. «Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven», decía en un momento de la narración.

Como si quisieran darle la razón al fallecido Saramago, las redes sociales se han llenado ahora de gentes que caminan con los ojos tapados por espacios públicos o que se estampan a ciegas contra las paredes por puro entretenimiento. El nuevo reto se ha hecho viral y ha generado cierta alarma ante los riesgos que puede comportar para la integridad física no solo de quienes lo practican. En la mayoría de los casos no son más que vídeos que recrean unos minutos de experiencia jocosa con la vista vendada. Otros han despertado más preocupación, como uno en el que se ve a un hombre al volante de un automóvil con los ojos tapados.

La inspiración de esta nueva moda gregaria en las redes parte de A ciegas, el thriller psicológico producido por Netflix y protagonizado por Sandra Bullock que se descargaron 45 millones de personas en la semana posterior a su estreno el 21 de diciembre, unas cifras que han convertido el filme en el lanzamiento de más éxito hasta la fecha de la plataforma de streaming.

MUNDO APOCALÍPTICO / La película narra las peripecias de una madre que trata de salvar a sus hijos en un mundo apocalíptico donde la gente debe taparse los ojos para no caer presa de unas fuerzas paranormales que los empujan al suicidio. El film ha generado cientos de memes y vídeos de gente que juega a ciegas al baloncesto o cargan con los ojos vendados a sus hijos por la calle. En uno de los más vistos, con más de dos millones de visitas, la youtuber Morgan Adams se propone pasar 24 horas con la vista cegada mientras alguien la sigue filmándola. Pero no esperen grandes emociones. El momento estelar de la hazaña es cuando tropieza al final de una cinta mecánica y cae junto a una amiga. En otro de los vídeos, tres adolescentes pasean por un Walmart con un pañuelo en los ojos chocando contra las estanterías del supermercado.

El reto es un enorme regalo publicitario para Netflix, que ha sabido avivarlo dándole más vuelo al pedir al personal que no se haga daño mientras hace tonterías. «No me puedo creer que tenga que decir esto: por favor, no se hagan daño al hacer el reto de A ciegas», ha dicho la compañía en un comunicado. «No sabemos cómo empezó esto y os agradecemos vuestro cariño, pero Chico y Chica solo tienen un deseo para el 2019 y es que nadie acabe en el hospital haciendo memes». Chico y Chica son los nombres que Bullock les da a sus hijos en la película. De acuerdo con The Washington Post, los vídeos con la etiqueta #BirdBoxChallenge no tuvieron demasiada repercusión hasta que Netflix fomentó la curiosidad haciendo pública su advertencia.

Los retos virales son cada vez más comunes y, en algunos casos, peligrosos. Hace unos meses un adolescente de Memphis disparó a un hombre mientras hacía el reto de No Lacking Challenge, que parece consistir en sacar la pistola después de fabricar premeditadamente una discusión. Este mismo año también se dieron casos de niños intoxicados con detergente cuando jugaban al Tide Pod Challenge, que consiste en meterse un paquetito de lavavajillas en la boca. A otros les ha dado por comer gusanos o meterse condones de látex por un orificio de la nariz.

El reto ha cruzado las fronteras de Estados Unidos. «La última tontería viral (pero tontería) es BirdboxChallenge», dijo la semana pasada la Guardia Civil en uno de sus tuits. «Puede ser muy peligroso, para ti y para los que más quieres».