En una carrera de nervios contra el tiempo, cientos de miles de habitantes de Florida han empaquetado sus enseres más preciados para poner rumbo al norte antes de que el gigantesco huracán 'Irma' golpee el estado, previsiblemente el domingo. El éxodo masivo ha congestionado las carreteras, y tanto el combustible como el agua empiezan a escasear ante la exorbitada demanda de los últimos días. Otros están tratando de poner tierra de por medio desde los aeropuertos. Más de 2.000 vuelos han sido ya cancelados, pero varias aerolíneas han añadido tráfico a otras ciudades de Estados Unidos para contribuir a la evacuación. El mensaje de las autoridades es claro: los habitantes de las zonas costeras tienen que marcharse y el resto estar preparados para irse si fuera necesario.

Esta vez, nadie parece estar especulando. Las autoridades no han dejado de advertir que Irma es más poderoso y rápido que la práctica totalidad de los huracanes que golpean habitualmente el sur de EEUU. “Es mucho más grande que Andrew”, ha dicho el gobernador, Rick Scott, refiriéndose al huracán que hace un cuarto de siglo arrasó la Florida meridional destruyendo 65.000 viviendas, dañando otras 124.000 y matando a 65 personas. “Es más ancho que todo nuestro estado y podría tener un impacto masivo y letal de costa a costa. Independientemente de donde vivan, estén preparados para marcharse”. Por el momento, Scott ha ordenado la evacuación 5,6 millones de personas.

PASO DEVASTADOR

'Irma' avanza por el norte de Cuba con fueza 5 y en su trayectoria que ha puesto a tiro a toda la península de Florida. Sus vientos rondan los 280 kilómetros por hora, y aunque en Haití, la República Dominicana o Puerto Rico ha hecho menos estragos de los esperados, otras islas paradisiacas del Caribe han quedado convertidas en zonas de guerra. La devastación es estremecedora. Al menos 20 personas han muerto. En Barbuda, la mitad de la población ha perdido sus hogares. En Saint Martin, el 95% de sus infraestructuras están destruidas. Y en las Islas Vírgenes Británicas y Anguila los daños son generalizados.

Las próximas escalas de Irma son Cuba y Bahamas, donde miles de turistas han sido evacuados. Pero en términos de población es EEUU el país que más afectado podría verse. Solo en el área metropolitana de Miami viven seis millones de personas. El responsable de la agencia de emergencias (FEMA) se ha mostrado rotundo al evaluar los riesgos. “'Irma' va a devastar EEUU, ya sea en Florida o en otros estados del sur”, ha dicho Brock Long. No solo preocupan sus latigazos de viento. También se prevén inundaciones, aunque no dejará tanta agua como 'Harvey', y una crecida de las mareas que podría barrer las zonas del litoral como una apisonadora. El Centro Nacional de Huracanes estima que el nivel del mar podría aumentar entre 1.5 y 3 metros.

SE DOBLAN LOS FONDOS

Dado el escaso optimismo de las previsiones, el Congreso ha aprobado una ley para doblar los fondos de FEMA hasta los 15.000 millones de dólares. Y mientras, el sur de Florida se va apagando. Colegios y universidades ya han cerrado. Los aeropuertos se espera que lo hagan el sábado por la tarde. En Miami Beach, semidesierto, con los comercios y restaurantes tapiados, la policía peina sus apartamentos y mansiones para obligar a sus residentes a que cumplan con las órdenes de evacuación. Las colas han empezado a formarse a las puertas de numerosos refugios, algunos de los cuales todavía no han abierto. “No hace falta que se marchen del estado o que viajen cientos de kilómetros para ponerse a salvo”, ha dicho el gobernador Scott. “Tienen refugios en sus condados”.

Este huracán llega solo unos días después de que la tormenta tropical 'Harvey' dejara inundaciones masivas en Tejas y un balance de daños que nadie se ha atrevido todavía a cuantificar. “Es aterrador, especialmente después de lo que ha pasado en Houston, da mucho miedo”, decía a la CBS, Eliza Arnold, una agente de policía de Florida.