El expárroco de las localidades albaceteñas de Alatoz, Carcelén y Villavaliente, Mario Manuel O.G., ha sido condenado a dos años de cárcel por pertenencia a una organización criminal que se dedicaba a robar y al tráfico de drogas en varios pueblos de esta misma provincia.

Así se recoge en la sentencia, dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Albacete, tras el juicio en el que se sentó en el banquillo de los acusados a 17 procesados, de los que 16, entre ellos el expárroco, han sido condenados a penas de entre dos años y 12 años y 10 meses.

La sentencia considera probado que el que fuera sacerdote, de origen boliviano, pertenecía a la organización criminal y que así lo prueban las escuchas telefónicas intervenidas, pese a que él durante el juicio mantuvo que solamente se relacionó con el resto de procesados cuando cumplía con sus tareas como párroco.

La organización desarticulada y ahora condenada se dedicaba a robar en poblaciones de esta provincia, así como de Jaén y Córdoba, aunque la sentencia explica que el expárroco colaboró en aquellos delitos cometidos en los municipios donde él desarrollaba esta función.

El juez considera probado que Mario Manuel "se ganaba la confianza de los vecinos" y podía averiguar "el dinero o bienes que tenían", incluso añade que se ganaba tanto la confianza de los vecinos que podía conseguir las llaves de sus casas para que el resto de integrantes de la banda "pudieran cometer los robos de forma impune y sin riesgo para ellos".

La organización fue desarticulada en el año 2012 y el párroco apartado de sus funciones hasta que se aclarase lo sucedido.