Una niña de 4 meses murió ayer tras caer en una vía del metro de Madrid. El suceso ocurrió en la estación de Empalme --al sur de la capital-- cuando la madre, al intentar salir del vagón, no pudo desenganchar el cochecito, que quedó atrapado entre las puertas. El vagón echó a andar y arrastró al carrito durante unos metros. El bebé cayó a las vías y falleció al momento tras sufrir un traumatismo craneoencefálico. La madre no pudo hacer nada por evitarlo ya que se quedó dentro del vagón.

DESPUES DE SONAR EL SILBATO A pesar de que fuentes policiales descartaron cualquier culpa de la progenitora, ni siquiera por negligencia, un responsable del metro destacó que la madre "inició la salida del vagón una vez que el silbato había anunciado el inminente cierre de puertas", según informa Efe. El caso está ya en manos de la policía y del personal del suburbano, que abrió una investigación.

Un portavoz del servicio de emergencias explicó que el accidente del bebé se produjo poco antes de las 14.30 horas. Susana, una inmigrante ecuatoriana, se disponía a salir en la estación de Empalme, que pertenece a la línea que une el centro de la capital con la Casa de Campo. Ella empujó el carrito, pero éste se quedó enganchando.

El bebé, arrastrado dentro del cochecito, cayó a los pocos metros. Durante 30 minutos, el personal de emergencias intentó reanimarlo, pero fue imposible. La madre fue atendida por un equipo de psicólogos en la estación de Campamento, la siguiente a Empalme. El padre, que acudió a dicha estación de metro, también necesitó ayuda psicológica.

Un portavoz del metro explicó que cuando las puertas se cierran, el conductor "no puede ver lo que ocurre en el andén". La misma fuente añadió que los convoyes tienen un dispositivo para evitar accidentes.