LA MUJER se negó a que le cortaran un pie en el que sufría gangrena, una operación que podía haberle salvado la vida. La mujer, que falleció el día 11 en casa de unos familiares en Sicilia, era de Milán y se había refugiado en el sur para huir del clamor nacional provocado por su negativa a dejarse cortar la extremidad, condenada a causa de la diabetes.