Una carrera ilegal de coches celebrada el domingo por la tarde en un aeródromo abandonado de Sevilla acabó en tragedia al morir atropellado un niño de 9 años, Cristian Pérez, que estaba en las inmediaciones de la pista con unos familiares viendo una exhibición de aeromodelismo. En el atropello se vieron implicados tres coches, dos de cuyos conductores están detenidos (uno de ellos en el hospital, donde se recupera de diversas contusiones). El tercero, que se dio a la fuga, ha sido identificado.

El suceso se produjo a las 17.30 del domingo en el antiguo aeródromo militar de Tablada, recinto usado por asociaciones de aeromodelismo y coches teledirigidos o aficionados al parapente con motor, dadas las excelentes condiciones de viento para probar las maquetas de aviones que se dan en la pista de aterrizaje, y en la que, desde hace meses, se celebran carreras ilegales de coches que reúnen hasta a 2.000 personas. Ambos grupos se instalan en zonas diferentes, aunque el riesgo es evidente.

Testigos presenciales explicaron que, poco antes del suceso, se inició una competición entre tres coches que circulaban a más de 200 kilómetros por hora y que acabaron colisionando. Uno de los vehículos salió disparado hacia el público que contemplaba los aviones y atropelló al pequeño. Cristian sufrió traumatismo craneoencefálico y una parada cardiorrespiratoria. Fue atendido por los servicios de emergencias y trasladado a continuación al Hospital Virgen del Rocío, donde ayer por la mañana falleció.

UN HUIDO Los conductores de los coches implicados, de unos 25 años, trataron de huir, pero fueron retenidos por los familiares del menor y por unos conocidos que asistían a la exhibición. Aun así, uno de los conductores consiguió darse a la fuga.

La familia de Cristian se concentró ayer ante las puertas del Instituto Anatómico Forense, donde se practicó la autopsia al cuerpo del pequeño, que será incinerado hoy.