En Estados Unidos nueve estados prohíben el sexo anal, incluso aunque éste tenga lugar entre dos adultos con consentimiento y en privado. Otros cuatro estados, incluyendo Tejas, lo prohíben entre personas del mismo sexo. Por eso, tanto los defensores de los derechos de los homosexuales como los de la población en general celebraron una sentencia dictada ayer por el Tribunal Supremo en la que se declara inconstitucional la ley de Tejas que desde hace 28 años prohibía la sodomía homosexual. La decisión probablemente afectará a la legislación de los otros 12 estados.

La sentencia responde al caso de John Geddes Lawrence y Tyron Garner. La pareja fue detenida en 1998 cuando la policía acudió a su casa en Houston alertada por un vecino y los encontró manteniendo relaciones sexuales anales. Pasaron una noche en la cárcel y pagaron 400 dólares de multa. Ahora, el Supremo ha dictaminado que "tienen derecho a que se respete su vida privada".