Decenas de miles de pasajeros se vieron perjudicados ayer por una avería en el sistema de control aéreo británico, que afectó a unos 180 vuelos en España. A las siete de la mañana se estropeó parcialmente el sistema informático del Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS), con sede en el Oeste de Londres. El fallo, que tardó una hora en ser reparado, impidió el aterrizaje y despegue de aviones en todos los aeropuertos del Reino Unido.

CONEXIONES PERDIDAS Sólo unos pocos aparatos que se hallaban en el cielo pudieron ser conducidos a tierra manualmente, aunque muchos viajeros transoceánicos perdieron las conexiones con otros destinos. Los más afectados fueron sin embargo los vuelos nacionales y con Irlanda. La rápida reparación de los ordenadores, que habían pasado una revisión la noche anterior, no impidió que a primera hora reinara el caos.

Unos 180 vuelos entre España y diferentes puntos del Reino Unido sufrieron retrasos de entre 30 y 90 minutos, según confirmaron fuentes de AENA. A medida que la jornada fue avanzando, la situación se fue normalizando. El director ejecutivo de NATS, Richard Everitt, descartó que el fallo hubiera podido ser un sabotaje y subrayó que en ningún momento estuvo en peligro la seguridad de los pasajeros.