«La mayoría de investigaciones sobre prostitución coinciden en señalar la dificultad de encontrar datos fiables», señalaba la última proposición no de ley del PSOE sobre este tema.

Y es que los datos oficiales hasta la fecha arrojan que el 27,3% de los hombres confesaba en el 2004 haber tenido alguna vez en su vida relaciones sexuales de pago, un porcentaje que subió hasta el 32% en el 2009, año en que la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva del INE -que el PSOE quiere recuperar- dejó de publicarse. Datos más recientes, recabados por la investigadora Carmen Meneses, de la Universidad Pontificia de Comillas, bajan el porcentaje al 20%. Por eso, la profesora juzga fundamental que el Gobierno realice «un estudio serio» y no se fíe de los datos «alarmistas» y «antiguos» que se citan en informes de la ONU y otros, que sitúan a España en el tercer país del mundo en consumo de prostitución.

El resto de especialistas consultadas por este diario coinciden en señalar que es necesario que se mida, de manera lo más fiable posible, el consumo de sexo de pago en España. No llegará tan lejos, pero la delegación del Gobierno contra el maltrato está a punto de licitar la realización de un estudio sobre la problemática de la trata de mujeres, en cumplimiento de la medida 266 del pacto de Estado contra la violencia machista. El adelanto electoral no afectará a la investigación, que se prevé que arroje resultados dentro de dos años.

Respecto al negocio en torno a la prostitución, el INE estima que representa el 3% del PIB y la Fiscalía que «mueve más de cinco millones de euros al día». Y es que el coste para un tratante de introducir en España a una mujer es de apenas 2.000 euros, mientras que la víctima puede reportarle a partir de 50.000 euros anuales, sin incluir la posible venta de la mujer explotada a otro tratante, según las investigaciones de Meneses.

Las grandes ferias como Construmat, Alimentaria o el Primavera Sound y el Sónar suelen lograr cifras de récord en el consumo de prostitución, pero en los últimos años es el Mobile World Congress el que se lleva la palma. Una empresa del sector, por ejemplo, calcula que la demanda ha aumentado «hasta un 30%» en los últimos días.