El 'influencer' Baked Alaska (@bakedalaska), usuario de Twitter estadounidense que cuenta con 143.000 seguidores en esa red social y supuestamente se llama Tim Treadstone, ha iniciado un boicot contra Netflix -en el que pide a los usuarios de esa cadena de pago que se den de baja- por su serie 'Dear White People' ('Queridos blancos'), una ficción que no ha gustado nada a los ultraderechistas estadounidenses. Pero ha cometido un error fatal: ha hecho una captura de su confirmación de baja de la plataforma televisiva en la que sale su dirección de 'e-mail'.

Baked Alaska es un reconocido tuitero, polémico por su gran apoyo al presidente estadounidense Donald Trump, con quien comparte -al menos, en la red social- muchas de sus controvertidas opiniones racistas y xenófobas. Y, tras el estreno de esta serie, se había sumado a las quejas que consideraban que la producción emitida por Netflix es "antiblancos", ya que casi todos sus protagonistas son personas negras que sufren racismo.

BROMAS PESADAS

Tras publicar este miércoles por error su dirección electrónica en Twitter, le han llovido las 'bromas' de todo tipo, haciendo un uso indebido de sus datos. Por ejemplo, hay un anónimo que le ha suscrito a más de 7.000 'newsletters' (boletines infomativos, que suelen tener fines comerciales y publicitarios) o a páginas de porno gay (Baked Alaska es un declarado homófobo). Pero una de las cosas que más le ha molestado es que le apuntaran a una asociación de planificación familiar:

Hubo incluso quien le pidió cita con un peluquero, lo que se ha tomado con más o menos humor:

Pero hay quien ha intentado traspasar los límites, y ha intentado suplantar su identidad, lo cual puede llegar a ser un delito.

CAMPAÑA A FAVOR DE TRUMP

La de Netflix no es la primera campaña de boicot en Twitter. Hace unos meses inició una campaña para que la gente pidiera que le pusieran el nombre de 'Trump' en sus vasos de café para llevar de Starbucks:

Y todo porque en uno de los locales de la cadena de cafeterías -ubicado en el estado de Florida- un cliente reclamó que le pusieran ese nombre y los empleados acabaron llamando a la policía.