El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, culpó ayer de la ola de fuegos a incendiarios o pirómanos a los que llegó a calificar de «terroristas incendiarios», una acusación a la que luego se sumó Mariano Rajoy. «Es algo que no se produce por casualidad. Esto ha sido provocado», declaró el presidente del Gobierno al poco de aterrizar en Galicia. Ambos dirigentes razonaron que cuando se producen varios focos simultáneos de madrugada, como ocurrió en la mayoria de los casos, no hay otra explicación que la autoría intencionada, pero no aprtaron ningún dato más sobre posibles culpables o pruebas halladas.

El comisario de la Policía Nacional de Vigo-Redondela, Manuel Tejeiro, fue más prudente y apuntó que «es evidente que, por lo menos en el ámbito urbano de Vigo, había cierta organización». Por el momento, solo se han producido «cuatro identificaciones», de personas que podían estar relacionadas con los incendios de Vigo, pero se ha descartado su autoría.

Miguel Ángel Soto, experto en incendios de Greenpeace, reprochó a las autoridades que «cuando no saben qué decir» echasen mano del terrorismo. Según este ecologista, puede haber delincuentes o pirómanos que hayan actuado estos días, sobre todo en los fuegos de Vigo, pero el elemento clave es el uso del fuego para desbrozar las áreas de cultivo y crear pasto para el ganado, así como la falta de políticas de desarrollo rural que permitan realizar estas tareas mecánicamente. Soto descartó que exista una mafia urbanística que queme los montes para recalificar, entre otras cosas, porque está prohibido por ley salvo alguna excepción puntual.

El fiscal de Medio Ambiente, Álvaro García Ortíz, coincidió en que «no existe» ninguna trama organizada. «Es muy difícil» pensar que el mismo fenómeno de criminalidad organizada se produce en el norte de Portugal, Galicia y Asturias de una manera coordinada, señaló, apuntando que estima que el fenómeno es «local» y parece que la naturaleza de los fuegos en Galicia es de origen «individual». Solo ocho incendiarios o pirómanos cumplen actualmente penas de cárcel.

Miles de personas se concentraron ayer en diversos municipios de Galicia para protestar por la gestión de la Xunta ante la ola de incendios forestales. Los manifestantes pidieron la dimisión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.