La fibromialgia es un trastorno caracterizado por un dolor muscular y esquelético generalizado que aparece acompañado por fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor al afectar el modo en que el cerebro procesa estas señales. Es una enfermedad que padece entre un 1% y un 2% de la población, mayoritariamente mujeres. "Por cada ocho mujeres, hay un hombre afectado", señala la reumatóloga del Hospital del Mar de Barcelona Fabiola Ojeda.

Este domingo 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica. El Hospital del Mar organizó el viernes la jornada 'Tener sexo con fibromialgia es posible', para explicar y afrontar los problemas sexuales que experimentan las mujeres con estas enfermedades. "La fibromialgia afecta a la sexualidad infinitamente, ya que son pacientes que tienen dolores crónicos permanentes", señala la doctora Ojeda. Cierto es que no todas las mujeres tienen la misma intensidad de malestar: "Hay pacientes que pueden hacer una vida normal; otras no pueden ni lavarse los dientes. Pero la mayoría no solo practican poco sexo, sino que además les duele. Eso les lleva también a tener problemas de pareja".

Como explica Ojeda, los médicos no disponen de datos que reflejen cuántas mujeres con fibromialgia tienen problemas sexuales. "No los tenemos porque no lo preguntamos. En la práctica clínica es un tema tabú, y es un error", cuenta la doctora, quien además destaca que "el paciente debe saber que, si no está llevando una vida sexual sana, debe preguntar".

SIN TRATAMIENTO NI DIAGNÓSTICO

La fibromialgia, recuerda Ojeda, es una enfermedad que "no tiene ni tratamiento ni diagnóstico específicos". "Los reumatólogos formamos parte del equipo multidisciplinar que atiende a estos pacientes. El tratamiento también es multidisciplinar: indicamos estrategias terapéuticas a la paciente, le recomendamos ejercicio físico, la asiste también profesionales de salud mental". En cuanto al tratamiento de la sexualidad en caso de que haya alguna disfunción (y descartando siempre que no haya una patología ginecológica), este es llevado a cabo por un psiquiatra o sexólogo.

El psicólogo especialista en sexología y terapia de pareja Ignasi Puig Rodas está habituado a tratar a pacientes con dolores crónicos. "La mayoría, que son mujeres, me llegan con fibromialgia, fatiga crónica o endometriosis. Suelen llegar diciendo que no pueden tener sexo", explica Puig. Según el psicólogo hay varios motivos que les llevan a sentirse así, como por ejemplo la "repulsa" hacia su propio cuerpo. "Viven súper desconectadas con su cuerpo; yo trabajo para que se reconcilien con él. También trabajo herramientas para atenuarles el dolor porque este les impide disfrutar del placer", relata.

Puig cuenta que también trabaja con el entorno de la paciente con fibromialgia. "Existe el estigma de que son personas perezosas que nunca tienen ganas de salir. No es así. Hay mucha incomprensión por parte de la sociedad. Yo a su entorno le doy el consejo de que llamen a la paciente, en vez de esperar a que sea ella la que llame". Este sexólogo también destaca que a veces los problemas sexuales se inician con el dolor, aunque luego aparecen otras dificultades. "Si ha habido malas vivencias, pueden darse trastornos como el vaginismo", dice.

Puig remarca la importancia del sexo. "El sexo redunda en nuestra felicidad, no es un extra en nuestra vida. Y, si se practica bien, puede ser, en parte, curativo", concluye.