UNA NAVE ABANDONADA en Olesa de Montserrat (Barcelona) fue el escenario de la fiesta, que finalizó ayer tras más de 30 horas ininterrumpidas. La fiesta, que como todas las de estas características es ilegal y fue convocada por internet, congregó a ciudadanos franceses, de Gran Bretaña, Alemania y varios puntos de Cataluña. A. A.