El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, no quiere sorpresas. Por ese motivo, alertó ayer de un "nuevo peligro", las redes mafiosas que se han instalado en territorio español. Ese aviso fue realizado en el solemne acto de apertura de tribunales que presidió el Rey. La fiscalía contará con un nuevo organismo para luchar contra esas redes. La fiscalía anticorrupción se convertirá en la fiscalía antimafia.

El fiscal general del Estado explicó que las "mafias en Europa no retroceden", sino que avanzan. Esos grupos están integrados por delincuentes que proceden de países del Este de Europa y de "ciertos países hispanoamericanos". Un informe de Europol ha constatado que esas redes mantienen intensas conexiones con grupos de delincuencia organizada que actúan en España.

MAS MEDIOS POLICIALES Por ello, reclamó el incremento de medios policiales para atacar a esos grupos y evitar que pillen "desprevenida" al conjunto de la sociedad. En su discurso escrito, el fiscal del Estado explicaba que quería evitar que esa nueva delincuencia sorprendiera con "la guardia baja", como sucedió con el terrorismo islamista. Sin embargo, en el discurso leído ante el Rey omitió esa referencia a los atentados del 11-M.

Además, reclamó reformas legales. En estos momentos, el fiscal tiene que comunicar la apertura de sus investigaciones a los imputados. Sin embargo, Conde-Pumpido no quiere "conceder ninguna ventaja" a esos grupos. Por ello, reclamó que las investigaciones sobre las redes se puedan realizar bajo secreto.

Conde-Pumpido se comprometió a defender a las víctimas. "La víctima --aseguró-- ha sido la gran olvidada en nuestro proceso, y hoy debe recuperar su papel central".

Asimismo, confirmó que los delitos de violencia doméstica se han incrementado un 20% en relación con el año anterior. Ese aumento, dijo, responde a la actuación de los poderes públicos que han potenciado la denuncia de ese tipo de delitos.

Por contra, criticó la puesta en marcha de los llamados juicios rápidos porque su inadecuada previsión presupuestaria "ha obligado a muchas fiscalías a exprimir al máximo las insuficientes plantillas".

Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco Hernando, calificó la violencia doméstica como una "lacra intolerable". Por ello, exigió a los jueces "una atención constante" y una "sensibilidad máxima en el ejercicio" de sus funciones.