El ministerio fiscal ha solicitado un total de 22 años y 10 meses de prisión para cada uno de los cinco acusados por la presunta violación grupal ocurrida los pasados Sanfermines, según recoge en su escrito de calificación. En concreto, el fiscal pide 18 años de prisión para cada uno de los procesados por un delito continuado de agresión sexual; dos años y 10 meses de cárcel por un delito contra la intimidad y dos años de prisión por un delito de robo con intimidación. Además, reclama para los acusados, como responsables civiles directos, una indemnización de 100.000 euros para la víctima por «el daño moral ocasionado».

Los hechos tuvieron lugar en Pamplona el 7 de julio del 2016 sobre las tres de la madrugada. El fiscal relata en su escrito que los cinco jóvenes se encontraban en la plaza del Castillo y entablaron conversación con la víctima, de 18 años y natural de Madrid, quien había llegado a la ciudad con un amigo para disfrutar de las fiestas, aunque en ese momento estaba sola.

Pocos minutos después, la chica les señaló que se retiraba a dormir al vehículo con el que había llegado a Pamplona, que estaba aparcado en la zona del Soto de Lezkairu, hasta donde los acusados le dijeron que le acompañaban, si bien «su intención era la de buscar un lugar donde mantener relaciones sexuales en grupo con ella», propósito que la chica desconocía, según el fiscal. Intentaron sin éxito encontrar habitación en un hotel y, al llegar a la confluencia de las calles Paulino Caballero con Roncesvalles, aprovecharon que una mujer salía de un inmueble para acceder a él. Metieron a la chica en el portal «tapándole la boca y diciéndole que se callara y no gritara», la rodearon y le obligaron a realizar diferentes actos sexuales con cada uno de ellos, «valiéndose de su superioridad física y numérica» y de la «imposibilidad» de la joven de «ejercer la más mínima resistencia». Además, dos de ellos hicieron vídeos y fotos con sus teléfonos móviles, tal como anunciaron en un chat denominado La Manada. «Cuando los acusados se dieron por satisfechos», se apoderaron del móvil de su víctima y abandonaron el lugar.