La Fiscalía pide 20 años de prisión para un conductor que el 15 de septiembre de 2019, superando la tasa de alcoholemia y tras circular con su vehículo dos kilómetros en dirección contraria por la autopista de circunvalación de Madrid M-50, embistió contra otro turismo, lo que provocó la muerte de su único ocupante.

Así lo solicita en sus conclusiones provisionales el Ministerio Público, que imputa al acusado, Kevin C.B. -que se encuentra privado de libertad desde el 19 de septiembre de 2019-, delitos de homicidio, conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás y contra la seguridad vial.

El fiscal relata que el acusado decidió en la fecha referida coger su coche "pese a tener sus facultades disminuidas como consecuencia de una previa ingestión de bebidas alcohólicas, con pérdida de reflejos y de capacidad visual y el consiguiente riesgo para el resto de los usuarios de la vía".

Añade que partió hacia la localidad de Arganda del Rey por la M-50, "una vía que conocía a la perfección dado que la utilizaba normalmente y con mucha frecuencia para ir a Fuenlabrada y a su domicilio" y que conducía a una velocidad muy por encima de la permitida, a 139 kilómetros por hora, pese a la limitación a 100.

La Fiscalía narra que el acusado primero adelantó a otro turismo que circulaba por el carril central "aproximándose mucho al lateral izquierdo y provocando que tuviera que dar un bandazo hacia el derecho".

Agrega que a continuación realizó maniobras irregulares "como movimientos de zig zag pasando de un carril a otro de los tres posibles sin indicar con las luces intermitentes, poniendo de esta manera en peligro la vida del resto de los usuarios de la vía, alguno de los cuales tuvo que modificar su velocidad e incuso realizar maniobras como cambio de carril para evitar la colisión".

Según indica el fiscal, tras parar su coche en el arcén el acusado reanudó la marcha, solo que esta vez lo hizo en sentido contrario.

La Fiscalía apunta que el acusado recorrió casi dos kilómetros en sentido contrario al estipulado y a alta velocidad "rebasando a varios vehículos que tuvieron que realizar maniobras para evitar colisionar de manera frontal".

El acusado daba ráfagas con las luces largas para deslumbrar a los conductores de los vehículos que venían de frente y trataba de embestirlos, siempre según el fiscal.

"Algunos lograron esquivarle con maniobras peligrosas hasta que colisionó con un Citroen C4 que circulaba correctamente por el carril central de los tres existentes", cuyo conductor falleció poco después, destaca la Fiscalía.

Añade que este conductor "tan solo pudo realizar una leve maniobra evasiva de giro a la derecha al verse totalmente sorprendido, no logrando evitar que se consumara el siniestro".

Tras el accidente, el acusado presentaba fuerte olor a alcohol, habla pastosa y titubeante, incoherencias a la hora de explicar lo sucedido, y estaba adormilado y con los ojos brillantes, recuerda el fiscal.

El representante del Ministerio Pública estima que era conocedor de que circulaba en sentido contrario porque, "aunque era de noche y el cielo estaba nublado y con lluvia intermitente, la visibilidad de la carretera era acorde al alumbrado que llevaba y a la iluminación existente en la vía y en el túnel".

Insiste en que esas circunstancias no le impidieron ver que los vehículos con los que se cruzó llevaban el alumbrado, "pudiendo observar toda la señalización vertical, horizontal, de balizamiento y de seguridad de la vía al revés".