“Me tiró contra el sofá y me violó”. Un relato aterrador es el que mantuvo este lunes A. M., de 18 años, que fue agredida sexualmente uno detrás de otro por tres hombres, uno tras otro, el 3 de febrero de 2019 en una nave abandonada en el barrio de Can Feu en Sabadell. Sin embargo, solo uno de ellos está siendo juzgado en la Audiencia de Barcelona, junto con otras tres personas que no hicieron nada para ayudar a la víctima, aunque a todos se les acusa del mismo delito como cooperadores necesarios. Los cuatro acusados, todos ellos originarios de Marruecos, se enfrentan a penas de hasta 40 años y seis meses de prisión. Los imputados habían coincidido con la afectada antes en un bar.

La joven fue sometida a un interrogatorio incisivo por el fiscal y por las defensas, hasta tal punto que se ha visto obligada a decir en varias ocasiones “esto ya lo he explicado”. “¿Está segura de esto? (…) ¿Intentó escapar? ¿Está usted segura que no había nadie durmiendo? ¿Recuerda de la iluminación de la sala? ¿Podía percibir con claridad las personas?”, fueron algunas de las preguntas lanzadas por la acusación pública.

Eran las 6 de la mañana de ese 3 de febrero. A. M. salió de un local de ocio en Sabadell cuando un hombre, que no ha podido ser identificado, se le acercó por la espalda, la agarró del cuello, la puso contra la pared, la giró, quedando frente a él, y. abusó de ellas. “Se me abalanzó sobre mí y me puso contra la pared. Me empezó a besar de forma violenta y brusca. Me quedé parada y bloqueada. Tenía mucho miedo. Me introdujo los dedos en la vagina”, ha explicado la víctima ante el tribunal.

Este mismo hombre le llevó luego por la fuerza a una nave abandonada. Allí estaban los cuatro acusados y dos compinches más. “Me metió en la nave y el miedo se incrementó”, recuerdó. La muchacha se acurrucó en el suelo. Estaba totalmente aturdida y “con un miedo intenso”, hasta tal punto que “no pudo evitar orinarse encima”, según la acusación. Al cabo de un rato, el mismo hombre que la llevó a la nave, la agarró, la introdujo en un pequeño habitáculo y la violó en un sofá. Posteriormente, otros dos la agredieron sexualmente. Uno de ellos es el imputado Mohamed A.

"No paraba de llorar"

“No paraba de llorar y suplicar que me dejaran”, declaró la joven. Pero fue agredida, según su versión, por los tres hombres. La trataron, ha sostenido, con “violencia”, “empleando la fuerza” y golpeándola en los brazos. “En la sala había más personas que no hicieron nada para ayudarme. No sabía si me iban a matar”, ha demitido. “Me mee encima de miedo”, confiesa. Al ver que salía un coche de un garaje, la muchacha se escapó y corrió hacía el vehículo, en que viajaba un matrimonio. “Les dije que me habían violado”, sostuvo. La novia de uno de los acusados declaró que había estado toda la noche con él, al igual que un amigo del mismo. "Estuvo toda la noche conmigo", recalcó el testigo, un compañero de piso del imputado.

La doctora que atendió en el hospital a la víctima ratificó que la muchacha, que iba al colegio con una de sus hijas, explicó a los facultativos como un hombre le asaltó en la calle, la llevó a la fábrica abandonada y allí la violaron tres hombres. La médica corroboró que A. M. estaba mojada y que le dijo que se había orinado encima.