Las redes de intercambio gratuito de archivos en internet "son peligrosas", están llenas de "virus, pornografía, música, juegos y películas ilegales y otras amenazas", y las empresas que las desarrollan "no advierten de ello" a los usuarios. Esta es la idea que defiende el fiscal general del estado de California (EEUU), Bill Lockyer, y la excusa de que podría servirse para iniciar una batalla legal contra los sitios de intercambio de archivos, como Kazaa, Morpheus o Emule, conocidos como P2P.

Lockyer, presidente de la Asociación de Fiscales Generales de Estados Unidos, redactó en febrero un documento dirigido a desarrolladores y distribuidores de programas que permiten el intercambio de archivos, y la revista Wired lo sacó a la luz hace unos días. El texto no ha sido enviado aún, pero el fiscal sí lo ha hecho circular para intentar recabar el apoyo de otros colegas. Este hecho hace pensar que la justicia del país podría estar preparando un ataque legal contra las redes P2P.

El documento del fiscal advierte a las empresas de que podrían incurrir en "prácticas de negocio engañosas", al no avisar a los usuarios de los virus que pueden infectar sus equipos, ni de la posibilidad de que estén infringiendo la ley de la propiedad intelectual al descargar música u otros contenidos. Lockyer argumenta que los fabricantes de estos programas deben "afrontar las consecuencias legales de no advertir al usuario". Además también alega que las redes son peligrosas para los menores, que buscando música pueden obtener "pornografía".

Hasta ahora, la asociación estadounidense de la industria del disco (RIAA, por sus siglas en inglés) y del cine (MPAA) habían sido quienes habían tomado la iniciativa, pero el Gobierno de EEUU había hecho la vista gorda, por lo que la iniciativa de este fiscal abre una etapa nueva en la lucha contra el intercambio de canciones en internet. De todos modos, el texto de Lockyer ha sido puesto en entredicho. Tras analizar el archivo en formato Word que el fiscal hizo circular, algunos expertos dicen haber descubierto que la carta fue revisada por uno de los vicepresidentes de la MPAA y ya han criticado que el fiscal estaría sirviendo a la voluntad de la industria.