La Fiscalía malagueña ha solicitado tres años de prisión para el dueño del terreno de Totalán (Málaga) donde murió Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el 13 de enero, por homicidio imprudente grave ya que no había señalizado ni advertido la presencia del pozo.

Según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal pide la apertura de juicio oral contra el dueño de la finca, David Serrano, y que indemnice a los padres del menor por la muerte de su hijo y a la Junta de Andalucía por el valor de los daños y perjuicios causados que se determinen en ejecución de sentencia.

El fiscal afirma que el acusado "era el único conocedor de la presencia del pozo" y "a sabiendas de todo ello y de la falta de protección suficiente y adecuada, no adoptó media alguna para evitar cualquier posible resultado lesivo, poniendo en peligro la vida de los dos menores; su propia hija y Julen, que finalmente cayó por él".

El fiscal mantiene que los padres de Julen y la pareja del acusado "desconocían" que estaban preparando la comida a "diecisiete metros de distancia de un pozo sin tapar"; tampoco tenían conocimiento de que al final de la zanja en forma de "L" en el lado corto, estaba dicho pozo; y no sabían que Julen corría en dirección hacia este.

El ministerio público insiste en que el acusado "era el único conocedor" y que los demás "desconocían la presencia del pozo ya que "apenas se veía, pues estaba a ras del suelo de la zanja".

El padre intentó sacarlo sin éxito, se lesionó los brazos y metió una goma de regar para que Julen se agarrara, "pero era imposible, pues desconocía que el pozo tenía 110 metros de profundidad y el menor ya se había precipitado hasta el fondo".