La Fiscalía de Lérida solicita dos años de cárcel por los presuntos delitos de exhibicionismo y tenencia de pornografía infantil para los padres de Nadia, la niña residente en Organyà (Lérida) y enferma de tricotiodistrofia cuyos progenitores son sospechosos de haber gastado el dinero de las donaciones destinadas a su tratamiento. Precisamente, por este último motivo se mantiene abierta la investigación judicial, que además puede saldarse con una nueva acusación para los padres de la pequeña, en este caso por estafa.

El ministerio público pide para Fernando Blanco y Margalida Garau un año de prisión por el delito de exhibicionismo y otro más por el de tenencia de pornografía infantil. Asimismo, propone que se eleve la prohibición de que los acusados se acerquen a la niña durante los próximos cinco años. El escrito de la fiscalía señala que, durante las investigaciones del supuesto delito de estafa con la presunta enfermedad de la pequeña, a los acusados se les intervino terminales informáticas con fotografías de contenido sexual.

MÁS DE 50 FOTOGRAFÍAS

La acusación pública aporta el contenido de 41 fotografías que fueron halladas por los investigadores durante los registros y en las que los acusados aparecen manteniendo relaciones sexuales ante la niña, que comparte la misma cama con los progenitores y, por lo tanto, presencia dichas relaciones íntimas. «En otro grupo de 15 fotografías, aparece la hija de los acusados, menor de edad, siempre desnuda y en actitudes impropias de su edad», según señala la calificación que ha emitido la fiscalía.

La petición de pena se sumará a la que el ministerio público plantee por el presunto delito de estafa, ya que el matrimonio recaudaba dinero para supuestas intervenciones sanitarias en Estados Unidos para mejorar el estado de salud de su hija, aunque los investigadores han constatado que nunca viajaron a ese país.

Las conclusiones de dichas pesquisas se juzgarán en una vista oral para la que todavía no se ha establecido fecha.

Tampoco hay certeza por el momento de la cifra definitiva presuntamente estafada por Garau y Blanco, si bien podría superar el millón de euros. De confirmarse, esa cifra elevaría notablemente los cerca de 600.000 que los Mossos fijaron inicialmente como cantidad «derrochada» por los progenitores.

PRIMERAS PESQUISAS

Según las primeras pesquisas de la policía catalana, desde el 2008 los padres de la niña habían recaudado 918.000 euros en concepto de donativos, de los cuales Blanco y Garau gastaron unos 600.000 euros en otros fines que no fueron los tratamientos médicos de la pequeña. Cuando saltaron las alarmas y se intervinieron las cuentas de la asociación que habían creado, quedaban unos 300.000 euros procedentes de la última campaña de donaciones. El letrado Alberto Martín, abogado del caso Nadia, decidió dejar la defensa del padre para centrarse en la de la madre, al entender que es la mejor estrategia para recuperar la tutela de la menor. Ambos están imputados, pero mientras Blanco permanece en prisión preventiva, Garau está en libertad provisional con suspensión de la patria potestad de la menor, por lo que la niña vive en Mallorca con una tía materna.