La Asociación Española de Foodtrucks se postula como una alternativa segura y eficaz para ofrecer comidas en el momento actual de restricciones para acudir a los restaurantes y como “un complemento ideal en el futuro más próximo” cuando a pesar del avance en las fases de desescalada aún existan limitaciones para consumir en la nueva realidad que se avecina.

“A día de hoy, con todos los restaurantes cerrados, se ha permitido por parte de la administración y de las autoridades sanitarias, el servicio de algunos de estos vehículos cocina, en los lugares de mayor riesgo (Ifema, Mercazaragoza, etc)”, subrayan en un comunidado.

En el mismo documento explican que “las características de nuestras cocinas, su reducido tamaño para mantener una profunda asepsia y el poder estar ubicados al aire libre, facilita enormemente el establecer con los medios ya disponibles, las medidas de seguridad óptimas para la preparación y dispensa de alimentos, cocinados al momento, con total garantía en un entorno seguro”.

Conscientes de que se prevé una “campaña prácticamente inexistente para este sector” que suele trabajar en eventos con gran aglomeración de personas, como festivales musicales, los defensores de los foodtrucks invitan a las administraciones y ayuntamientos, “a facilitar el trabajo a pie de calle, de forma ordenada y controlada, a estos profesionales de la hostelería”.

Con este fin, proponen a las autoridades competentes que unifiquen criterios para la autorización mediante licencia de determinados puntos de suelo público para la instalación temporal de estos operadores.

Instan a determinar el número de licencias por cada municipio, comunidad autónoma o el genérico del territorio nacional, en función de la población de cada territorio.

Para garantizar las medidas sanitarias impuestas por el coronavirus, solicitan también fijar las normas de obligado cumplimiento, desde el acopio de materias primas hasta la dispensa al cliente del producto terminado.

“Actualmente los criterios sanitarios dependientes de cada municipio o comunidad, van desde negar la existencia de los food truck dentro de su competencia, hasta exigencias claramente definidas para imposibilitar el trabajo”, denuncian.

Mejorar la imagen del país

Recuerdan además que estos vehículos de comida pueden mejorar la imagen del país, “siendo algo normalizado en las calles de las más avanzadas ciudades del mundo”.

La versatilidad de estas instalaciones móviles, permite el acceso a servicios de forma puntual en aquellos lugares en que la oferta es escasa o nula”, añaden al tiempo que subrayan que es un sector “absolutamente enfocado al autoempleo, generador además de puestos de trabajo añadidos y en constante crecimiento, pues la restauración móvil ha experimentado un auge espectacular en los últimos cinco años”.

“Lo que prácticamente era una industria subterránea, residual e invisible, se ha convertido en una de las tendencias de más rápido crecimiento en el servicio de alimentos preparados al momento, siendo la joya de la corona del Street food”.

La regulación del sector, es "imprescindible", reiteran, para crear un escenario de profesionalidad y optimizar los servicios en todos los ámbitos de actuación de este modelo de negocio, desde la demandada actuación individualizada en la vía pública, hasta la participación en macroeventos de carácter lúdico.