Tensión interna, reuniones en la sombra y preocupación contenida. Ese es el clima que respira la organización del Fórum tras un estreno con público por debajo de las expectativas, con dos días de viento (el domingo) y lluvia (ayer), que han obligado a suspender algunos espectáculos, y con bajas inesperadas en los Diálogos, como las del excanciller Helmut Kohl y el expresidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.

Sobre la inquietud que crea un número de visitas inferior a lo esperado y las numerosas quejas recogidas, el Fórum centra su fase de reflexión y autocrítica. El primer objetivo es recobrar la conexión ciudadana, mejorar los servicios, levantar prohibiciones y, como reconoció el consejero delegado, Jaume Pag¨s, "tener capacidad para escuchar a la gente y reaccionar". Lo dijo resignado ante un comienzo titubeante, "de auténtica mala suerte", advirtió, mientras 6.500 niños se mojaban bajo una lluvia pertinaz.

VISITA DE 67 ESCUELAS Era el inicio del programa La Escuela al Fórum , coordinado por la pedagoga Marta Mata, y en el que, desde ayer y hasta el 20 de junio, participarán 281.967 escolares de entre 3 y 18 años. El día pasado por agua les obligó a refugiarse en el Centro de Convenciones, convertido ayer al mediodía en improvisado comedor infantil.

Superar los factores imprevisibles y el enrocamiento que ha sufrido el Fórum de las Culturas en el proceso organizativo es ahora el reto para no provocar un mayor distanciamiento con el público, que perjudique las expectativas de asistencia. Por eso, la dirección va a tomar decisiones de aplicación inmediata: abrir la prohibición para que se pueda entrar bebida y bocadillos en el recinto, mejorar la capacidad de los espacios cubiertos --las previsiones auguran un verano más húmedo que el del 2003-- y permitir que los visitantes con entrada de un día puedan entrar y salir del recinto.