En rosa, para niñas, una prenda que asegura que no tiene permiso para tener una cita "nunca". En azul, dirigido a niños, otro mensaje muy diferente: "Recógeme, cariño, me encantan las chicas mayores".

Prendas realizadas para bebés y que desde pequeños no solo fomentan los estereotipos con los tonos elegidos, sino que además sexualizan a las niñas con sus lemas.

Se trata de una denuncia que ha hecho Sally Rugg, activista LGTBI australiana, en Twitter.

En esta red social ha expresado su malestar utilizando la ironía, recordando cómo gente CIS suele decir que la inclusión LGTBI en las escuelas solo conseguiría la sexualización de los niños.

Las respuestas no han tardado en llegar, y en su mayoría están de acuerdo con lo que plantea. "Grosero, asqueroso, extraño, indignante"... Los términos se repiten para definir un planteamiento que choca aún más cuando hablamos de ropa para recién nacidos.