Las autoridades francesas han lamentado no haber sido informadas por la Comisión Europea acerca de la posible presencia de un nuevo insecticida, el amitraze, en los productos derivados del huevo que procedían de los Países Bajos y también de Bélgica.

Responsables de la Administración francesa lamentaron no haber recibido ninguna comunicación urgente del Servicio de Alerta Rápida sobre Comida y Alimentación (RASFF, en sus siglas inglesas) que habrían indicado el transporte de productos que contenían amitraze hacia los otros estados miembros.

«La Comisión Europea no ha emitido ninguna recomendación sobre este tema», según declaró ayer un portavoz del ministro de Agricultura de Francia.

Por su parte, el Gobierno holandés reveló el miércoles que un segundo insecticida «moderadamente tóxico» había sido utilizado por la empresa Chickfriend, implicada en el caso del fipronil. El amitraze se utiliza para matar moscas en las granjas bovinas y avícolas.

La ministra de Sanidad holandesa, Edith Schippers, reconoció ayer que se produjeron errores de comunicación en la crisis de los huevos en su país y dijo que de haberse evitado, podrían haber permitido «actuar con una mayor rapidez». La ministra, no obstante, señaló a la compañía Chickfriend como responsable del escándalo de contaminación de los huevos holandeses.

Agregó además que «no había ninguna evidencia clara desde un principio» sobre que Chickfriend utilizase en sus granjas una sustancia prohibida en animales.

Schippers participó en un debate parlamentario de emergencia convocado ayer, en plenas vacaciones estivales, por exigencia de decenas de diputados que reclamaron explicaciones por la polémica del uso del fipronil en granjas avícolas.