Las primeras imágenes del avión de Air Algérie estrellado en la madrugada del jueves, filmadas por soldados de Burkina Faso, mostraron ayer un aparato completamente pulverizado, tras el impacto en tierra, que desintegró el aparato, según reconocieron las autoridades francesas. Miles de fragmentos del fuselaje quedaron esparcidos de un territorio desértico de la región de Gossi, al sur de Gao, en Mali, a menos de 50 kilómetros de la frontera con Burkina Faso. Una zona que ayer vigilaban 220 militares de Francia, Mali y Holanda de la misión de la ONU en Mali. Francia, con 54 víctimas en el avión, se ha puesto al frente de las investigaciones. Como se temía, no hubo supervivientes entre las 118 personas que iban a bordo del aparato, de 12 nacionalidades europeas y africanas. Los seis tripulantes eran españoles puesto que el aparato pertenecía a la compañía española Swiftair y volaba para Air Algérie. Localizados los restos del aparato, durante toda la jornada de ayer, la gran incógnita seguía siendo qué pudo ocurrir. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, aseguró ayer en rueda de prensa, tras la celebración de un tercer gabinete de crisis, que era "prematuro" avanzar algo con certeza pero "sí se puede afirmar que el avión atravesó una franja de fuertes tormentas y el personal del vuelo manifestó su intención de cambiar de ruta justo antes de que se perdiera el contacto con el aparato", apuntó.

La primera caja negra de la aeronave fue localizada y enviada hasta la ciudad de Gao, adonde también serán trasladados los cadáveres para su reconocimiento antes de que sean repatriados a sus respectivos países. Dos oficiales de la Comisaría General de la Policía Científica española viajaron ayer a la base aérea militar francesa de Istres, en el sur de Francia, desde donde partirán hacia Mali para ayudar en las labores de identificación de los seis tripulantes españoles. Sus familiares entregaron muestras de ADN para facilitar las labores de identificación, según adelantaron fuentes de los servicios de inteligencia españoles, informa Mayka Navarro.

DESCARTADO EL MISIL Especialistas en catástrofes aéreas consultadas no ven ninguna "rareza" en el estado de desintegración del avión, teniendo en cuenta la altura en la que se encontraba, a más de 10.000 metros, y la velocidad a la que iba. Sin embargo, se sigue extremando mucha prudencia en torno a las causas de la tragedia. "Todas las hipótesis están sobre la mesa salvo la posibilidad de que el aparato haya recibido el impacto de un misil", confirmó a este diario Toumani Djimé Diallo, el secretario particular del presidente de la República de Mali.

"Es muy probable que la arena de la tormenta entrara en los motores y a pesar de los radares meteorológicos para salir de esa situación, el piloto pudo perder el control del avión", declaró ayer a la cadena francesa France 24 Pierre Michel Condo, expiloto de la compañía Air France.

Las operaciones de búsqueda y rescate las encabeza teóricamente Mali por ser en su territorio donde se produjo el accidente, pero la realidad es que son los franceses los que llevan todo el peso de las operaciones, ante la fragilidad de las autoridades malienses. A petición de Francia, el Gobierno español ha decidido enviar un avión de transporte, un C295 de las Fuerzas Armadas, y ha ofrecido igualmente un avión Hércules. Mali afronta el desafío del crimen organizado y el terrorismo de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO), que precisamente suele utilizar como refugio los alrededores de la región de Gao, donde ha tenido lugar la catástrofe.