Si el Gobierno francés sigue el consejo de los expertos de la alta autoridad sanitaria (HAS, en sus siglas en francés), la Seguridad Social debería dejar de sufragar los medicamentos homeopáticos porque, en su opinión, no han demostrado una eficacia clínica suficiente para que la sanidad pública se haga cargo de este tipo de tratamientos.

Este organismo científico, que tiene entre sus misiones evaluar los productos sanitarios para determinar si la Seguridad Social debe asumir la totalidad o parte de su coste, presentó ayer las conclusiones de la primera evaluación realizada en Francia sobre los medicamentos homeopáticos. Su dictamen no deja lugar a dudas. «Este tipo de medicamentos no ha demostrado científicamente una eficacia suficiente para justificar su reembolso», sostiene la comisión que durante nueve meses ha analizado 1.200 medicamentos homeopáticos, más de mil publicaciones científicas y los argumentos de tres grandes laboratorios (Boiron, Weleda y Rocal Lehning).

La presidenta del órgano colegiado de la autoridad sanitaria, Dominique de Guludec, mostró su «respeto» por las personas que usan la homeopatía y ha dejado claro que la labor de la HAS no era poner en entredicho su «experiencia» sino evaluar si su utilidad merece que la sanidad pública reembolse a los pacientes que recurren a ella. La conclusión es que no. «Ningún estudio sólido ha demostrado la superioridad de los medicamentos homeopáticos respecto a los tratamientos convencionales o al placebo», abundó Christian Thuillez, presidente de la comisión de transparencia.

Sus palabras se apoyan en diferentes argumentos, entre ellos los sesgos metodológicos de los estudios científicos sobre 24 síntomas analizados -desde dermatológicos hasta psiquiátricos- o la ausencia de estudios serios sobre la calidad de vida de los pacientes que usan la homeopatía.

«No hay ningún impacto atribuible a los medicamentos homeopáticos sobre el consumo de otros medicamentos, la disminución en el uso abusivo de fármacos o el número de hospitalizaciones y, por lo tanto, sobre la salud pública en general», sostiene el informe. En todo caso, se admite que no se ha identificado «ninguna contraindicación grave».

El estudio ha evaluado los efectos farmacológicos, pero no la homeopatía en general, según subrayó la jefa del servicio de evaluación de medicamentos, Mathilde Grande. Es decir, que no se trataba de autorizar o prohibir estos compuestos y por tanto los pacientes podrán seguir usándolos.

Francia, junto a Suiza, Alemania y Luxemburgo, forma hasta ahora parte del restringido grupo de países en los que la Seguridad Social asume, en determinadas condiciones, el coste de los compuestos homeopáticos. La decisión de la autoridad sanitaria anunciada ayer no era realmente ninguna sorpresa porque el pasado mayo se había pronunciado en el mismo sentido. Por eso, médicos y pacientes partidarios de la homeopatía se habían dado cita en la plaza de los Inválidos de la capital francesa para manifestarse en contra.

«El hecho de que no se reembolse nos desacredita. Los detractores de la homeopatía quieren prohibirnos prescribir porque consideran que somos unos charlatanes. Eso es grave porque afecta al derecho de prescripción además de desacreditar a los laboratorios, a los médicos y a los pacientes, que son considerados como imbéciles», declaraba a este diario el presidente de la Sociedad francesa de Homeopatía, Alain Sarembeaud.

Según los datos de los convocantes, que han recabado un millón de firmas en defensa de sus tesis, uno de cada tres médicos generalistas receta medicamentos homeopáticos, que forman parte de la farmacopea francesa desde 1965.