Francisco Javier Arce Montes, asturiano de 54 años, se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Tribunal de lo Criminal de Rennes (noroeste de Francia) para responder por la violación y asesinato de la niña británica Caroline Dickinson, de 13 años.

El suceso ocurrió el 18 de julio del año 1996. La menor fue encontrada asfixiada en un albergue escolar de la localidad de Pleine-Foug¨res, al noroeste de Francia, donde estaba de vacaciones. Ayer, tras declarar que no comprendía el francés, el presunto homicida se presentó: "Soy Francisco Javier Arce Montes, nacido el 14 de marzo de 1950, vivo en España y soy camarero". El acusado se enfrenta a una pena de cadena perpetua. Su defensor sólo reconoce la agresión sexual, pero no el asesinato.