La Guardia Civil y la Gendarmería marroquí evitaron ayer que alrededor de 200 inmigrantes de origen subsahariano, divididos en varios grupos, entraran de forma clandestina a Melilla saltando la valla perimetral, ya que no llegaron a tocar la alambrada y se quedaron "lejos" de la frontera.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla informaron de que la Guardia Civil avistó a varios grupos de inmigrantes dirigiéndose a la zona próxima al paso fronterizo de Beni-Enzar, la misma donde hace justo una semana lo intentaron sin éxito otros 700 subsaharianos.

Tras ser avistados, la Guardia civil activó el protocolo anti-intrusión, reforzando su despliegue en la valla con más agentes, así como con el helicóptero, que sobrevoló el perímetro para controlar el movimiento de los inmigrantes. La Guardia Civil también dio aviso a las fuerzas auxiliares marroquíes, como es habitual cada vez que ocurre un hecho similar.