En la reunión de alto nivel de Naciones Unidas dedicada al virus que ayer se celebró en Nueva York saltaron voces de alarma. La denuncia de que "al mundo le ha costado reaccionar" llegó, por ejemplo, desde Liberia en una intervención por videoconferencia de la presidenta, Ellen Johnson Sirleaf. Su homólogo de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, apuntó que "los socios internacionales fueron lentos en reconocer la amenaza por lo que era y, cuando el reconocimiento llegó, lo hizo acompañado por un frenesí de miedo". Koroma aseguró que los iniciales "recursos nacionales e internacionales disponibles fueron gravemente inadecuados" y apeló a ofrecer a esta crisis una respuesta "mucho más rápida, similar a las que se dan ante desastres naturales como huracanes y terremotos". La directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, dijo que "necesitamos actuar con velocidad y eficiencia y en formas que golpeen duro a este virus".