El incendio que comenzó la tarde del martes en la cuenca minera de Huelva y avanza por la provincia de Sevilla se ha convertido en el más devastador que se recuerda en Andalucía y uno de los más demoledores de España. Han ardido ya 24.700 hectáreas y anoche seguía sin control, aunque tenía menor virulencia y los responsables de la extinción se mostraban más optimistas.

La bajada de las temperaturas y de la fuerza del viento dio alas a la esperanza de cara a hoy, aunque ayer volvió a vivirse una jornada negra. La peor situación la sufrió una familia que tuvo que ser rescatada al quedarse completamente rodeada por las llamas en una finca de la provincia de Sevilla.

Los vecinos de uno de los pueblos más castigados, el de Berrocal, en la sierra de Huelva, volvieron a sus casas tras un desalojo que ha durado dos días, pero tampoco fue para ellos precisamente un día de felicidad. Muchos encontraron dañadas sus viviendas y terrenos y no pudieron reprimir las lágrimas.

CRITICAS A LOS CORTAFUEGOS Unos 1.000 efectivos continuaban trabajando ayer en las tareas de extinción, con el apoyo de una treintena de medios aéreos, pero estaban desbordados por la intensidad y rapidez con que se propagan las llamas. El área de la provincia de Sevilla por donde avanzaba el fuego es una zona de dehesa, rica en alcornocales y matorral, pero no es una área boscosa, lo que también puede contribuir a frenar el huracán de fuego.

Vecinos de las zonas afectadas han denunciado la escasa eficacia de los cortafuegos, pero la consejera andaluza de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, les respondió que el 90% de la extensión quemada es de titularidad privada. También destacó la virulencia de un fuego que "en dos horas se extendió 15 kilómetros y llegó a rebasar los ríos Tinto y Odiel y diversas carreteras". "¿Qué cortafuegos puede con eso?", se preguntó la consejera.

AUTOPSIA REVELADORA La autopsia confirmó que el matrimonio sevillano fallecido en el incendio el martes pereció calcinado por las llamas. Sus cenizas serán esparcidas por la finca que tenían en Minas de Riotinto y en la que encontraron la muerte.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, se reunieron con los alcaldes de los pueblos afectados para analizar los efectos del devastador incendio.

En el encuentro acordaron habilitar de forma urgente una partida de 700.000 euros (unos 116 millones de pesetas), que servirá para que en unos 15 o 20 días las familias afectadas puedan cobrar las primeras ayudas. A la reunión no asistió la alcaldesa de Paterna del Campo, la única del PP en la zona afectada, tras haber denunciado la ineficacia del Plan Infoca.

Tanto Narbona como Chaves recorrieron las zonas afectadas, tras lo cual la ministra insistió en que se aplicará la tolerancia cero hacia las personas que provocan este tipo de siniestros. También pidió la colaboración ciudadana para que se erradiquen las peligrosas quemas de rastrojos en verano.

En Portugal, varios incendios permanecían anoche activos, aunque el más grave afectaba a la región del Algarve, donde se concentraba el mayor contigente de bomberos.