El estado de Oaxaca, el más castigado por los sismos de septiembre del 2017, ha vuelto a ser el más afectado por el terremoto que el viernes sacudió el centro y sur México, que sin embargo solo causó heridos. La tragedia llegó con la muerte de 13 personas y otras 15 más que resultaron heridas al caer un helicóptero que trasladaba al secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, y al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, que resultaron ilesos.

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) confirmó ayer que tras el fuerte temblor de 7,2 se registraron 686 réplicas. La más fuerte con una magnitud de 5,9, que tuvo lugar casi una hora después del terremoto principal. El sismo tuvo su epicentro a once kilómetros al sur de Pinotepa Nacional (Oaxaca) y a una profundidad de doce kilómetros, según el SSN.

El helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana siniestrado cayó cuando faltaban unos 30 o 40 metros para aterrizar en una zona donde había varios vehículos. El ministro y el gobernador viajaban a la localidad mexicana Jamiltepec para hacer una evaluación de los daños del seísmo.

MÁS DE 200 CASAS AFECTADAS

El terremoto causó dos heridos, más de 200 casas se vieron afectadas y 1,3 millones de personas sufrieron cortes temporales de servicio eléctrico. Alrededor de 4.800 marinos y militares, con helicópteros y aviones, fueron desplegados en las zonas que más lo sintieron. Los daños más significativos se centraron en Pinotepa Nacional, Río Grande, Jamiltepec y San José del Progreso. En Ciudad de México, al menos 570.000 personas de 112 colonias quedaron temporalmente sin electricidad. Las autoridades de salud atendieron 266 casos de crisis nerviosas.